Wollongong (Sábado, 24-02-2018, Gaudium Press) La Arquidiócesis de Sidney, Australia, informó que la ordenación episcopal de Mons. Brian Mascord como el quinto Obispo de Wollongong puede ser considerada como una de las más grandes ordenaciones episcopales de la historia de Australia, al haber convocado más de 4500 fieles y la presencia del Nuncio Apostólico en Australia, Mons. Adolfo Tito Yllana, 34 obispos y 113 sacerdotes.
Por la notable convocatoria de la celebración, la ordenación episcopal de Mons. Brian Mascord fue celebrada en el WIN Entertainment Center de Wollongong. Foto: Arquidiócesis de Sidney. |
«La vida puede arrojar muchos desafíos, que a veces pueden parecer casi insuperables. Cuando el Nuncio Apostólico me llamó por teléfono a fines de noviembre con la invitación del Santo Padre, el Papa Francisco, para ser el Obispo de Wollongong , todo parecía totalmente insuperable», relató a los asistentes el nuevo Obispo. «Pero, aquí estoy, abrumado, nervioso, pero abierto a lo que el Señor tiene reservado para mí y para todos nosotros. Soy muy consciente de la increíble confianza que el Papa Francisco ahora pone en mí».
El principal consagrados del nuevo Obispo fue el Arzobispo de Sidney, Mons. Anthony Fisher, y los co-consagradores fueron el Obispo emérito de la Diócesis de Wollongong, Monseñor Peter Ingham y el Obispo de Maitland – Newcastle, Mons. William Wright. Además de los prelados que acompañaron la ceremonia y los numerosos sacerdotes, asistieron representantes de más de 40 escuelas católicas, funcionarios de las diferentes instituciones y agencias católicas, así como líderes y representantes de la sociedad civil y más de 700 invitados de la familia y amigos de Mons. Mascord.
En su homilía, el Arzobispo de Sidney recordó las palabras de San Agustín: «Si como Obispo me siento arrojado en mar abierto, como cristiano me encuentro a salvo», que hablan de la gran responsabilidad que tienen los Obispos en el cuidado de sus fieles. «Esperamos que nuestro Obispo electo sea un buen hombre y un buen cristiano antes que cualquier otra cosa, para modelar para nosotros la fe, la esperanza, la caridad y las demás virtudes. Afortunadamente, por su propia cuenta, (el Obispo) Brian ha sido rodeado desde la infancia por personas ‘tremendas’ como su abuela y sus amados padres, quienes le han mostrado cómo reconocer y responder a Dios en la vida cotidiana, expresando la fe de forma práctica en el servicio».
«Unas semanas antes de que te nombraran Obispo, te conocí en el Santo Sepulcro de Jerusalén mientras guiabas a un grupo de peregrinos siguiendo los pasos de Jesús. Te conmovió profundamente, como a mí, celebrar la Misa en la misma losa sobre la cual Cristo muerto yació y de la cual se levantó para nuestra salvación», Recordó monseñor fischer. Así como su peregrinación de toda la vida lo lleva ahora a Wollongong, en cierto sentido debe mantener su corazón fijo en ese sepulcro. Porque al final, la Iglesia no está construida por los fieles, el clero, incluso los sucesores de los apóstoles. No, es Cristo quien edifica la Iglesia y su Iglesia, no la nuestra, que se reconstruye día a día. En ella nos unimos a Pedro para profesarle: «Tú eres el Cristo». ¡Hijo de Dios vivo! «
Con información de Arquidiócesis de Sídney.
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