Yining (Lunes, 05-03-2018, Gaudium Press) Las imágenes del antes y el después del templo de Yining en Xinjiang, China, han desatado una fuerte conmoción en las redes sociales locales. Según informó la agencia AsiaNews, los comentarios más frecuentes ante la noticia hablan del retorno de una reeditada «Revolución Cultural». Bajo este nombre, en la segunda mitad del siglo XX, se llevó a cabo la más violenta persecución de la Iglesia en el país.
Antes y después del templo de Yining en Xinjiang, China. Foto: AsiaNews. |
La demolición de las imágenes religiosas las cúpulas y la cruz que coronaban el templo recuerda la oleada de demoliciones ya registrada en China recientemente y ha sido puesta de relieve en momentos en que han entrado en aplicación nuevas normas sobre asuntos religiosos que imponen mayores restricciones a la libertad religiosa de los creyentes del país. La apariencia final del templo trajo a la memoria los hechos de la Revolución Cultural, cuando las autoridades destruyeron templos, libros de oración, estatuas, obras de arte sacro y cualquier tipo de manifestación religiosa en un intento de instaurar el ateísmo.
Las nuevas prohibiciones al culto privado también recuerdan hechos anteriores de la Revolución Cultural. Las amenazas actuales de la policía, que afirman con arrestos a las personas que se encuentren orando juntas en una casa y la posibilidad de ser obligadas a sufrir un proceso de reeducación se convierten en un innegable paralelo con el envío de miles de creyentes a campos de reeducación y trabajos forzados en la segunda mitad del siglo XX.
De hecho, las nuevas normas sobre actividades religiosas imponen nuevas limitaciones para el culto divino el cual debe ser desarrollado en los templos y en los horarios fijados por las autoridades. Los lugares donde se desarrollan las actividades religiosas de manera ilegal pueden ser expropiados y los fieles pueden ser sujetos de prisión y multas. Los templos que han sufrido la demolición de los símbolos religiosos no pertenecen a la llamada «Iglesia subterránea» sino que han sido registrados oficialmente y operan con todos los permisos estatales.
El argumento central de los ataques a la libertad religiosa es ahora el de la «sinización», es decir el proceso de «hacer china» a la Iglesia. Para las autoridades esto significa la aceptación de los principios de la independencia con respecto a la Santa Sede, la auto selección y auto nombramiento de los Obispos, la posibilidad de concelebración con obispos ilegítimos y la aceptación de las nuevas normas sobre actividades religiosas.
Con información de AsiaNews.
Deje su Comentario