Jerusalén (Martes, 13-03-2018, Gaudium Press) Celebrar la Eucaristía en los lugares donde ocurrió la Pasión de Jesús es una tradición que se remota a los primeros cristianos, y que todos los años reviven los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa con las peregrinaciones cuaresmales en los lugares de la Pasión.
La primera de ellas ha tenido lugar el 25 de febrero en la pequeña iglesia del ‘Dominus Flevit’, situada en las laderas del Monte de los Olivos. Con la presencia de un nutrido grupo de fieles, y tras las vísperas, los franciscanos proclamaron las lecturas y el Evangelio de Lucas 19, 41 – 44, que hace referencia del lugar: «En aquel tiempo, al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: ¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita».
Justamente el tejado del santuario, que fue construido en 1956 por el arquitecto italiano Antonio Barluzzi, tiene forma de lágrima para recordar aquel momento en el que Jesús lloró al ver la autodestrucción de Jerusalén.
Santuario del Huerto de los Olivos, Jerusalén / Foto: Gustavo Kralj – Gaudium Press. |
«Las lágrimas de Jesús tienen que ver con nuestro presente. Jesús llorando sobre Jerusalén apela a la vida actual de cada uno de nosotros», dijo don Luigi Epicoco, profesor del Studium Biblicum Franciscanum al pronunciar la homilía.
«A veces nuestra vida se percibe como autodestrucción, pero la historia de salvación del cristianismo comienza cuando nosotros ya no podemos hacer nada más. Lo imposible solo puede realizarlo Jesús. Jesús no nos enseña a salvarnos, sino a dejarnos salvar», añadió.
La segunda peregrinación cuaresmal, que tuvo lugar el miércoles 7 de marzo, ocurrió en la Basílica de la Agonía en Getsemaní, en el templo que se edificó junto al Monte de los Olivos, donde se halla la roca donde se postró Jesús para orar y padecer antes de su arresto camino a la crucifixión.
En el lugar, los franciscanos de Tierra Santa, con la compañía de los fieles, reflexionaron sobre la palabra «angustia» y sobre la tristeza que experimentó el Hijo de Dios antes de dar su vida por la salvación de los hombres.
«Ser cristiano significa ser humano y ser humano significa estar necesitado de amigos», comentó el padre Epicoco, quien también pronunció la homilía de esta segunda peregrinación. Dijo que Jesús, en el momento de la Pasión, también quiso que sus amigos estuviesen a su lado, pero experimentó una profunda soledad, ya que se han quedad dormidos. «Jesús fue entonces el más solo, pero desde aquel momento, desde aquella noche, nadie puede decir nunca más que está solo», añadió.
Las próximas peregrinaciones cuaresmales en los santos lugares de la Pasión ocurrirán el miércoles 14 de marzo en la Flagelación con una solemne Misa a las 17:00; el jueves 15 de marzo en Betania, para celebrar la Eucaristía a las 6:30 en la tumba de Jesús; y una Misa en la Iglesia a las 7:30. La última será el miércoles 21 de marzo en Litóstrotos, con la Eucaristía a las 17:00.
Con información de Custodia de Tierra Santa.
Deje su Comentario