Manila (Miércoles, 14-03-2018, Gaudium Press) La Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas emitió una Declaración Pastoral sobre el proyecto de Ley de Divorcio que se discute en el país y que se suma a una declaración de 24 organizaciones y movimientos católicos que rechazaron la iniciativa legal. Los Obispos destacaron que Filipinas es uno de los últimos países que defiende el carácter permanente del matrimonio y recordaron que el pueblo filipino sigue valorando la familia como uno de los tesoros más preciados, además de advertir los graves peligros de la introducción del divorcio en la sociedad.
Los Obispos recordaron el carácter indisoluble del Matrimonio y la valoración de la familia en la sociedad filipina. |
«El hecho de que somos uno de los últimos países sin una Ley de Divorcio hasta el momento habla mucho sobre nosotros como nación», introdujeron los prelados, quienes solicitaron a los legisladores un debate más razonado sobre el tema y la consulta a los electores y a expertos en diversos campos. «Pregúntenle a la gente y no dudarán en afirmar que la familia sigue siendo uno de nuestros tesoros más preciados como filipinos. ¿Realmente tenemos la intención de seguir el mismo camino tomado por los llamados ‘países progresistas’ como Estados Unidos, donde cuatro de cada diez matrimonios terminan en divorcio?», cuestionaron.
Los prelados apelaron a la sinceridad y la buena voluntad de los legisladores y reconocieron el hecho de que existen matrimonios fallidos y uniones inválidas. «Por lo tanto, tenemos disposiciones para las anulaciones tanto canónicas como civiles, que no son exactamente el equivalente al divorcio», recordaron. «Son disposiciones que demuestran cuán seriamente tomamos el matrimonio como institución, de modo que damos cabida a la posibilidad de que algunos matrimonios hayan sido nulos desde el principio.»
Los Obispos pidieron mirar seriamente las consecuencias negativas de una Ley de Divorcio. «Incluso las parejas en matrimonios aparentemente exitosos a menudo mirarían hacia atrás y recordarían los innumerables desafíos que casi llevaron su relación a un punto de quiebre si no aprendieron a trascender las heridas personales a través del entendimiento y el perdón, o a veces mediante la intervención de un facilitador de diálogo, como un consejero matrimonial», indicaron los prelados. «En un contexto en el que el divorcio se presenta como una opción fácil, los matrimonios y las familias se rompen con mayor facilidad. Más niños crecerán desorientados y privados del cuidado de ambos padres».
«Pedimos que consideren la posibilidad de que el divorcio, aunque pueda dar algunos remedios legales rápidos para los que parecen ser ‘matrimonios fallidos’, podría terminar destruyendo incluso aquellos matrimonios que pueden ser salvados a través del diálogo o la intervención de la familia, los amigos, los pastores y los consejeros», insistieron los Obispos. «Al igual que los católicos en la mayoría de los otros países donde el divorcio es legal, deseamos afirmar que nada, ni siquiera una ley de divorcio, puede hacernos abandonar nuestra fe en la indisolubilidad del matrimonio como un pacto de por vida entre un hombre y una mujer que han dicho libremente sí al llamado a amar y comprometerse con Dios y con los demás, contra viento y marea», concluyeron.
Con información de CBCP News.
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