Obispos venezolanos llaman a vivir la Pascua con espíritu de fraternidad, solidaridad y caridad

Caracas (Miércoles, 21-03-2018, Gaudium Press) Un mensaje de esperanza, pese a las dificultades, es el que ha dirigido la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) a los católicos y personas de buena voluntad del país latinoamericano. En la misiva, firmada el lunes 19 de marzo, festividad de San José, llaman para que el tiempo pascual, próximo a acontecer, se prepare y viva «con espíritu de fraternidad, solidaridad, caridad y con mucha conciencia de lo que queremos hacer con el futuro de nuestra patria», sobre todo con los más pobres, quienes más padecen la crisis generalizada del país.

«En los últimos tiempos, Venezuela se ha convertido en una especie de ‘tierra extraña’ para todos. Con inmensas riquezas y potencialidades, la nación se ha venido a menos, debido a la pretensión de implantar un sistema totalitario, injusto, ineficiente, manipulador, donde el juego de mantenerse en el poder a costa del sufrimiento del pueblo, es la consigna. Junto a esto, además de ir eliminando las capacidades de producción de bienes y servicios, ha aumentado la pobreza, la indefensión y la desesperanza de los ciudadanos», denuncian los prelados.

Por esta razón hace un llamado, especialmente a los creyentes, para que fortalezcan las acciones de caridad y misericordia en lo que queda de la Cuaresma y durante la Pascua: «Nuestra participación en las diversas celebraciones litúrgicas y otros actos de devoción deben ser una bella ocasión para reafirmar precisamente nuestro compromiso con los más necesitados. De ahí, la importancia no sólo de prepararlas con dedicación junto con nuestros sacerdotes y laicos, sino que hemos de predicar con decisión la Palabra de Dios, para que sea iluminadora en estas circunstancias que todos vivimos».

Señalan que dedicarán mayor tiempo para atender las necesidades espirituales de las personas, sobre todo mediante el sacramento de la reconciliación. «Debemos recordar que durante la Semana Santa, al conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, podemos acercarnos a los sacramentos, al encuentro con la Palabra y la renovación de nuestros compromisos bautismales que nos lleva al encuentro misericordioso con los más necesitados. Con la Resurrección del Señor reafirmamos nuestra esperanza y nuestro compromiso caritativo», dicen los obispos venezolanos.

En este sentido la Presidencia de la CEV, desde una perspectiva eclesial, ofrece varias propuestas para una mayor vivencia de la solidaridad y la caridad durante la Semana Santa; entre ellas realizar para el Domingo de Resurrección una «olla comunitaria» o «comida fraterna», «en la que todos participemos, invitando a los más pobres, a los indigentes, a los necesitados».

También, invitan para que durante los últimos días de la Cuaresma, durante la Semana Santa y la Pascua se intensifiquen las visitas a los enfermos, ancianos, privados de libertad, barrios y comunidades necesitadas, y así «llevar de lo que tenemos; para acompañar a tantas personas que sienten la tristeza de la partida de sus seres queridos hacia otras naciones; para que tomemos conciencia de la labor que se va realizando en la frontera con Colombia y Brasil donde se acogen y acompañan a tantos migrantes venezolanos, así como en otros países hermanos que los han recibido con solidaridad: Gracias a las Iglesias hermanas y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad».

Igualmente, proponen que del 19 al 22 de abril, tenga lugar una jornada nacional de oración al estilo de «Cuarenta Horas» en todas las comunidades parroquiales y eclesiales; donde se realice una plegaria por las personas, especialmente los jóvenes, que a partir del 19 de abril del año pasado fueron asesinados. Asimismo, piden que durante estos días se «hagan gestos significativos de misericordia y caridad para con quienes de verdad sienten necesidad de una expresión de ternura, solidaridad y caridad».

Al concluir el mensaje, la Presidencia de la CEV eleva una plegaria: «Imploramos la gracia del Espíritu Santo: que su luz y sabiduría nos acompañe para poder contribuir a la salida justa, pacífica y humana de la crisis que golpea a todos en Venezuela. Dios Padre nos ha dado el hermoso regalo de su Hijo, quien con su muerte y resurrección nos ha dado la vida nueva que hemos de vivir con decisión en el amor, en la justicia y la Paz. Para ello, contamos con la maternal protección de María, Nuestra Señora de Coromoto, Madre de todos los venezolanos».

Con información de la CEV.