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Lourdes – Francia (Lunes, 26-03-2018, Gaudium Press) En Lourdes, junto a la Gruta de Massabielle, 118 obispos franceses firmaron una declaración por la vida, contra la eutanasia.
Los obispos apelan a la población en general y a los sectores responsables por la salud de la población donde llaman a una reflexión «serena», evitando «trampas», y destacando que los cuidados paliativos en la defensa de la vida no están «suficientemente desarrollados», e indican además las posibilidades presentadas en un país de desigualdades en el acceso a la salud.
«Fin de vida: Sí a la urgencia de la fraternidad»
La declaración de los 118 obispos de la Conferencia Episcopal francesa, recibió el título «Fin de vida: Sí a la urgencia de la fraternidad». En el apelo sereno de los prelados es pedida una reflexión conjunta «con la mayor calma posible, evitando las trampas de las pasiones y presiones».
Calificación Médica y Acceso de todos a Cuidados Paliativos
Los obispos franceses además alaban a los profesionales de salud que, «gracias a su competencia técnica y su humanidad» buscan proporcionar «una calidad de vida» la más tranquila posible a pesar de la falta de «conocimiento» y «desarrollo».
«Ese cuidado, afirman los obispos, no está suficientemente desarrollado y las posibilidades de aliviar el sufrimiento en todas sus formas no son suficientemente conocidas. Es urgente combatir esa ignorancia, una fuente de miedos que nunca son buenos consejeros».
Para los prelados franceses, el acceso a los cuidados de salud y la «falta de capacitación ofrecida al equipo médico y de enfermería» es una realidad. Y ellos piden con urgencia la concretización de la ley del 9 de junio de 1999, que consagra el acceso de «cualquier persona necesitada» a los cuidados paliativos.
«Salvaguardar la Vocación de la Medicina»
La declaración episcopal afirma que «los hermanos y hermanas» en situación de fragilidad son una interpelación a la forma como la sociedad trata al ser humano:
«¿qué humanidad, qué atención, qué tipo de solicitud mostraremos a aquellos que viven entre nosotros?»
Los obispos recuerdan que en 2016 fue aprobada una ley sobre el fin de vida y que su aplicación «está en gran parte en construcción», requiriendo, por eso, tiempo.
«Cambiar la ley mostraría falta de respeto no apenas por el trabajo legislativo ya realizado, sino también por el envolvimiento paciente y progresivo de los cuidadores». Recuerdan los obispos la importancia de «salvaguardar la vocación de la medicina», de acuerdo con el Código de Ética Médica.
Acompañamiento y Respuesta a las Angustias
El documento interroga también sobre el modo de relación que debe existir entre «pacientes, familiares y cuidadores» e indicando que delante de la «angustia de aquellos que a veces piden el fin de su vida» se debe responder con un «acompañamiento más atento, no un abandono prematuro en el silencio de la muerte».
Los obispos recuerdan que la «fraternidad» que inspiró el «sistema de salud solidario al final de la Segunda Guerra Mundial» debe ser recordada a los «conciudadanos» y «parlamentarios» para que la sociedad continúe cuidando «unos de los otros de forma individual y colectiva». (JSG)
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