Mindong (Martes, 03-04-2018, Gaudium Press) Algunos detalles adicionales sobre el acuerdo que permitió el retorno de Mons. Guo Xijing a la Diócesis de Milton, China, tras su detención justo antes del Triduo Pascual fueron dados a conocer por Vatican Insider el pasado 30 de marzo. Según el informativo, la comunidad católica local tuvo un papel protagónico en lograr el retorno del prelado y que el mismo pudiera presidir la Misa Crismal, como efectivamente sucedió en una Eucaristía celebrada antes del amanecer para evitar la presencia de fotógrafos.
Mons. Guo Xijin durante la celebración de la Misa Crismal. Foto: Vatican Insider. |
La detención de Mons. Guo, que despertó una notable alarma entre los católicos (ver noticia anterior), habría sido una decisión de las autoridades locales, «acostumbradas a mecanismos burocráticos» y quienes habrían obrado de esta manera en desconexión con los diálogos del gobierno central. El Obispo fue presionado a concelebrar con un prelado ilegítimo y su respuesta fue afirmar que no tendría ningún inconveniente en el momento en que éste tuviera un reconocimiento oficial por parte de la Santa Sede. Los sacerdotes de la Diócesis manifestaron a las autoridades su apoyo al Obispo y su intención de escribir una carta conjunta al Vaticano sobre este caso.
Los acuerdos realizados entre la comunidad católica local y las autoridades finalmente permitieron que el Obispo celebrara la Misa Crismal en la Catedral pero con la condición de realizarla antes del amanecer y mantener un bajo perfil de la misma. De igual manera se acordó que la liturgia de Jueves y Viernes Santo fuera precedida en la Catedral por parte de un sacerdote. Finalmente, Mons. Guo pudo participar en la Vigilia Pascual pero no pudo vestir sus ornamentos episcopales.
El informativo aseguró que el caso de Mindong hace que continúe abierta «la hipótesis de que también dentro de los aparatos chinos puede haber sectores o personajes que están en contra del diálogo con la Santa Sede». De igual manera calificó reiteradamente los hechos como una confirmación de que, por ahora, «el camino emprendido funciona» en la búsqueda de «soluciones prácticas y graduales», a las cuales se llegaría «con realismo y flexibilidad», así como del «sustancial ‘aguante’ de los canales de contacto entre el gobierno chino y la Santa Sede».
Con información de Vatican Insider.
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