Arzobispo de Sídney, Australia, reitera que sacerdotes irían al martirio antes de revelar secretos de la Confesión

Sídney (Viernes, 06-04-2018, Gaudium Press) En medio del debate nacional en Australia sobre la implementación de medidas para proteger a los niños del abuso, se han discutido propuestas que han incluido algunas dirigidas a los sacerdotes como la regulación o incluso negación del secreto de Confesión. La Iglesia ha reiterado la imposibilidad de revelar los hechos confesados en el Sacramento y durante su homilía de Pascua el Arzobispo de Sídney, Mons. Anthony Fisher, recordó la importancia del secreto de la Confesión para la Iglesia Católica.

En la Confesión, los fieles bajan a la tumba con Cristo para resucitar a una vida nueva, expuso Mons. Anthony Fisher.

«La Confesión es otro bello regalo de Pascua que nos motiva a la contrición y a la decisión de no pecar más, permitiéndonos una jornada vital de conversión, reconciliándonos con Dios y con la Iglesia y dando a luz su perdón y su paz», expuso el prelado en una homilía dedicada a los sacramentos. Monseñor Fisher denunció que este Sacramento «es amenazado hoy, tanto por indiferencia como por ataque. Pero los sacerdotes, lo sabemos, sufrirán el castigo, incluso el martirio, antes de romper el secreto de Confesión».

El prelado recordó que la Confesión sacramental es un encuentro privilegiado entre el penitente y Dios: «Aquí el cristiano entra en el silencio y el secreto de la tumba, para volver a vivir la Pascua, y ninguna autoridad terrenal puede entrar ahí». Esta frase contrasta con las declaraciones de la Premier de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, quien afirmó que la cuestión del secreto de Confesión no sería incluida en las leyes estatales pero que debería ser discutida a nivel nacional como una necesidad de «ser balanceado con lo que las personas creen que constituyen las libertades religiosas».

Concluyendo una serie de predicaciones sobre los sacramentos, Mons. Fisher habló también sobre el Bautismo y la Unción de los Enfermos en su homilía de Pascua. «Ser bautizado es morir y ser enterrado con Cristo, resucitando con Cristo a una nueva vida. El Bautismo es el Sacramento del renacer», enseñó. «Si el sacramento pascual del Bautismo regenera el espíritu y el sacramento pascual de la Penitencia renueva el corazón, entonces el sacramento pascual de la Unción de los Enfermos restaura el cuerpo».

Con información de Arquidiócesis de Sídney y Aleteia.