París (Viernes, 20-04-2018, Gaudium Press) La historia de Vincent Lambert es dura, de lucha y sacrificio. De él y de algunos de sus familiares.
Hoy con 41 años, Vincent sufrió un accidente automovilístico en el 2008, que lo dejó en un estado de conciencia mínima. Internado en el Centro Hospitalario Universitario de Reims, en Francia, el equipo médico encargado decide en abril del 2013 retirarle la alimentación e hidratación vital, procedimiento que es detenido por un tribunal administrativo.
La familia de Vincent se divide entre partidarios y opositores del retiro de la alimentación: sus padres luchan para que viva Vincent.
Foto: jesoutiensvincent.com |
El Papa Francisco, en la oración del Regina Coeli del pasado domingo en el Vaticano, se manifestó una vez sobre el tema: «Llamo la atención nuevamente sobre Vincent Lambert y al pequeño Alfie Evans, y me gustaría reiterar y fuertemente confirmar que el único dueño de la vida, desde el inicio hasta el fin natural, es Dios. Y nuestro deber es hacer de todo para proteger la vida. Pensemos en silencio y recemos para que la vida de todas las personas sea respetada, especialmente de esos dos hermanos nuestros».
La carta de los especialistas
En toda la difícil lucha de sus padres por mantener vivo a Vincent Lambert, un nuevo y poderoso elemento ha entrado en el juego.
El pasado 16 de marzo, 24 especialistas en el cuidado de pacientes en estado de conciencia mínima manifestaron en comunicación su oposición -desde un punto de vista ético y médico- a que se interrumpa la alimentación de Vincent. Estos profesionales son en su mayoría jefes de servicios y especialistas en el cuidado de pacientes en Estado vegetativo crónico / con mínima conciencia. Ellos se dirigieron al Dr. Vincent Sanchez, responsable del servicio de cuidados paliativos en el Centro Hospitalario Universitario de Reims, para darle su opinión sobre «la situación médica de su paciente». «Nuestro paso es excepcional, pero es a la luz de la situación», afirman.
Dicen estos especialistas que juzgan «preocupante» iniciar un nuevo procedimiento colegiado con vista a una posible interrupción de la alimentación de Vincent «teniendo en cuenta la situación de este paciente».
«Vincent Lambert respira de manera autónoma, su condición general es estable, tiene capacidades relacionales y de deglución incontestables. No es, por lo tanto, una cuestión de obstinación irracional» el mantener su alimentación, insisten. «En la práctica, considerar la interrupción de la alimentación enteral, con el efecto de su muerte, nos parece, desde un punto de vista médico y ético, en contradicción con las recomendaciones de la circular de 3 de mayo de 2002 preconizando a las unidades dedicadas [ndr. al cuidado de estos pacientes] el incluir en su proyecto de servicio a la vez ‘un proyecto de cuidados y un proyecto de vida’ y de ‘valorizar tanto cuanto posible las posibilidades relacionales de la persona en términos de comunicación y de interacción con el entorno'».
Acerca de la «delicada decisión» que debe tomar el Dr. Sanchez, los especialistas le ponen de presente el «considerable» impacto que ésta tendría sobre las unidades dedicadas al cuidado de este tipo de pacientes.
«Entre nosotros, nadie podría reprocharle por proponer una transferencia de este paciente a otro lugar de vida igualmente especializado para estas personas, un procedimiento que practicamos nosotros mismos cuando estamos en dificultades», expresan los 24 signatarios de la comunicación. Ellos también precisan que así Vincent Lambert podría finalmente «beneficiarse de una gestión que incluye una reeducación a la comida oral, tomando el tiempo necesario y apoyándose en sus cuidadores familiares con quienes manifiesta relaciones efectivas». «En conciencia, concluyen los signatarios, no podemos permanecer en silencio».
Con información de Famille Chrétienne
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