sábado, 23 de noviembre de 2024
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San José: modelo de trabajador y de servicio

Redacción (Lunes, 30-04-2018, Gaudium Press) San José, además de ser patrono de la Iglesia Universal, modelo de esposo, modelo de padre, patrono de las familias y de la buena muerte, es conocido también como el patrono de los trabajadores. De allí que el Papa Pío XII, en el año 1955, decidiera instituir el 1º de mayo como el día de San José Obrero, siendo una manera de recordar el sentido cristiano del trabajo y de cristianizar el día mundial del trabajador.

Al instituir esta solemnidad el pontífice recordó el papel del trabajo como «Don de Dios» y del trabajador como «imagen de Dios». Se refirió a San José como «el humilde obrero de Nazaret», que encarna «delante de Dios y de la Iglesia la dignidad el obrero», y lo nombra guardián de los trabajadores y de las familias:

«El humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias», indicó en entonces pontífice.

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San José Carpintero con el Niño Jesús, Catedral de Salamanca / Foto: Gaudium Press.

Pero recordar a San José como modelo de trabajadores va más allá. Lo cierto es que como padre adoptivo de Jesús y esposo de la Virgen María hizo todo lo que estuvo a su alcance para proveer con esfuerzo y trabajo las necesidades de su familia.

Una labor que realizó desde un noble oficio para la época, como era el de carpintero, según referencias de San José en el Evangelio de Mateo 13, 55: «¿No es ese el hijo del carpintero?».

Pero el principal trabajo que asumió San José, fue la misión que Dios le encomendó: ser custodio de la Sagrada Familia, una misión que realizó de manera ejemplar, acogiéndose por entero a la voluntad de Dios, de allí también su apelativo como «hombre justo».

En Mateo 1, 20-25, se ve claramente este rasgo de San José:

«He aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta diciendo: ‘He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros’. Y cuando despertó José del sueño, hizo como el ángel de Señor le había mandado, y tomo consigo a su mujer; y la conservó virgen hasta que dio a luz un hijo; y le puso por nombre Jesús».

San Juan Pablo II en la Exhortación Apostólica «Redemptoris custos», sobre la figura y la misión de San José en la vida Cristo y de la Iglesia, destaca esta especial misión de San José como custodio de Jesús, subrayando el ejercicio de la paternidad que ejerció con el Hijo de Dios:

«San José ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente ‘ministro de la salvación’. Su paternidad se ha expresado concretamente ‘al haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio, al misterio de la encarnación y a la misión redentora que está unida a él; al haber hecho uso de la autoridad legal, que le correspondía sobre la Sagrada Familia, para hacerle don total de sí, de su vida y de su trabajo; al haber convertido su vocación humana al amor doméstico con la oblación sobrehumana de sí, de su corazón y de toda capacidad, en el amor puesto al servicio del Mesías, que crece en su casa».

Con información de Vatican.va, Aciprensa y pildorasdefe.net.

 

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