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San Pablo (Miércoles, 02-05-2018, Gaudium Press) Una reliquia de la Vera Cruz, consistente en un pedazo del madero en el cual Nuestro Señor Jesucristo fue clavado y otra la Corona de Espinas, podrán ser venerados por los fieles brasileños este jueves, 3 de mayo. La Parroquia Asunción de Nuestra Señora, en San Pablo, acogerá los relicarios en la Fiesta del Descubrimiento de la Cruz.
En la ocasión, antes de la misa, presidida por el Padre Juarez de Castro, habrá la presentación de un fragmento de la Vera Cruz y la Corona de Espinas, reliquias descubiertas por Santa Helena hace 1692 años y que fueron llevadas a Roma. También habrá una reliquia de primera clase de la emperatriz.
Pertenecientes al Oratorio San Luís, las reliquias están bajo la custodia de Fábio Tucci Farah, caballero guardián de reliquias de la International Crusade for Holy Relics (ICHR), miembro del Apostolado por las Sagradas Reliquias y director general del Departamento de Arqueología Sacra de la Academia Brasileña de Hagiología.
«A pesar del oratorio ser privado, las reliquias no sirven apenas para mi veneración o de mi familia. Sería una manera – no simbólica – de confinar los santos a la cárcel, pues, aunque ya estén en el Reino de los Cielos, también están presentes en sus reliquias», explicó Fábio Tucci al site ACI Digital.
El caballero guardián declaró además que, en su apostolado, las reliquias son peregrinas, una vez que «ellas deben estar presentes en medio del pueblo de Dios, como testigos extraordinarios del Reino». «Ellas apuntan para algo más allá de este mundo. En un sentido poético, la misión de un guardián de reliquias es ayudar a las personas a espiar el Paraíso», agregó.
Descubierta por Santa Helena, madre del emperador Constantino, cuando peregrinó a Tierra Santa, ya con casi 80 años de edad, la reliquia de la Vera Cruz, conforme a la tradición, fue encontrada junto con la corona de espinas, los clavos, el INRI – la placa que Pilatos habría mandado colocar arriba de la cabeza de Cristo, con los dichos «Jesús Nazareno, Rey de los Judíos», en latín, griego y hebraico – y la cruz de San Dimas, el Buen Ladrón.
Para Farah, «las reliquias tienen el poder de materializar la presencia de los santos. En el transcurso de los últimos milenios, incontables milagros fueron registrados en presencia de reliquias».
«Algunas reliquias insignes atrajeron millones de peregrinos», contó, al recordar que tuvo la oportunidad de testimoniar momentos como este, como la presentación de los relicarios de San Santiago el Mayor en la apertura del Camino Brasileño de Santiago de Compostela, y el 4 de octubre pasado, al presentar las reliquias de San Francisco de Asís y Santa Clara en la Parroquia Asunción de Nuestra Señora.
Ahora, en esta semana, la misma parroquia recibirá las reliquias de Vera Cruz y de la Corona de Espinas, con la finalidad de hacer que «los fieles testimonien, al lado de Santa Helena, uno de los episodios más importantes de la historia de nuestra Iglesia», la Descubierta de la Cruz. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de ACI Digital
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