Contagem – Minas Gerais (Jueves, 03-05-2018, Gaudium Press) En el día dedicado a San José Obrero, el 1º de mayo, la Plaza de Cemig, en Contagem, Minas Gerais – Brasil, celebró la 42ª edición de la Misa del Trabajador, presidida por el obispo auxiliar Mons. Otacílio Ferreira de Lacerda.
Concelebrada por más de 40 padres de la Región Episcopal Nuestra Señora Aparecida (Rensa), la ceremonia contó con la presencia de más de 3 mil fieles.
Mons. Otacílio, que presidió la celebración, explicó que esa fiesta «fue introducida en 1955, por el Papa Pío XII, para celebrar la belleza, la dignidad y el valor sagrado del trabajo, teniendo a San José, obrero, como patrono y pidiendo por el bien de los trabajadores, para que siempre tengan empleo y dignidad y a San José, la fuerza para vencer el desempleo».
El prelado también aconsejó a aquellos que sufren la situación de desempleo. «Aquellos que están buscando un empleo, nunca se vayan por el camino de la violencia, la omisión o la indiferencia. Que mantengan la fe viva y firme, sin nunca perder la esperanza», dijo.
Mons. Otacílio resaltó la memoria del Patrono de la ceremonia, San José Obrero:
«San José es el modelo del propio trabajador, pues cuidó de Jesús con su oficio. El trabajo es un prolongamiento de la obra de la creación, no es una maldición, es una bendición y una gracia que Dios nos concedió para continuar la obra de la creación. Bendito sea Dios cuando nuestras manos, mente y corazón pueden estar envueltos en una actividad para producir el pan de cada día».
Al final de la misa, el público levantó sus tarjetas de trabajo para recibir la bendición del trabajador. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Belo Horizonte
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