Madrid (Martes, 08-05-2018, Gaudium Press) Con ocasión de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que la Iglesia celebrará el 13 de mayo, solemnidad de la Ascensión del Señor, los Obispos de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Española, han hecho público un mensaje en el que reflexionan sobre las aportaciones de la comunicación para la Iglesia de cara al Sínodo de los Jóvenes que tendrá lugar en Roma el próximo octubre.
En el mensaje, titulado «Jóvenes y comunicación, en las puertas del Sínodo», los obispos hacen eco de parte del documento final de la reunión pre-sinonal que ocurrió en la Ciudad Eterna con la participación de 300 jóvenes, 2 de ellos españoles. Ellos expresaron el deseo de que «la Iglesia esparza su mensaje a través de los medios modernos de comunicación y expresión» y piden que se entienda Internet como «un lugar fecundo para la Nueva Evangelización».
Los obispos, acogiendo el llamado de las nuevas generaciones, hablan de la necesidad de «un serio discernimiento» en relación con la comunicación hoy.
«Jóvenes y comunicación, en las puertas del Sínodo» es el título del mensaje de los Obispos de la Comisión de Medios de Comnicacion Social de la CEE / Foto: CEE. |
En referencia a Internet, las Nuevas Tecnologías de la Información y las nuevas generaciones, los miembros de la Comisión de Medios de Comunicación Social plantean un reto: «La tradición de la Iglesia, ya bimilenaria, se ha transmitido desde sus orígenes sobre todo de manera escrita. Ahora se enfrenta con el reto de hacerse audiovisual. Acometer la misión de hacer visible y audible esa tradición escrita es un reto que se puede asumir con los jóvenes. Con su ayuda, la doctrina de Iglesia podrá llegar a todos en un lenguaje comprensible para el nuevo ambiente cultural. Hacer posible ese fecundo intercambio entre la tecnología y la sabiduría eclesial puede dar mucho fruto si se establecen los ámbitos de encuentro y cooperación necesarios».
También hablan de los riesgos a los que se enfrenan los jóvenes con el uso de las redes y nuevos medios: «Para salir al paso de este riesgo es fundamental reforzar el papel de la verdad en la comunicación».
En este sentido toman como referencia el Mensaje del Papa Francisco para la 52 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales con el tema «‘La verdad os hará libres’ (Jn 8, 32) Fake news y periodismo en paz», donde el Pontífice señala: «la verdad es aquello sobre lo que uno se puede apoyar para no caer. En este sentido relacional, el único verdaderamente fiable y digno de confianza, sobre el que se puede contar siempre, es decir, ‘verdadero’, es el Dios vivo».
En otro momento, los prelados se refieren al peligro que implica un mundo hiperconectado donde la comunicación entre jóvenes está limitada a los similares, con falta de espacios y encuentros entre las diferencias. «Frente a este riesgo, la vida de la Iglesia ofrece su valiosa experiencia del encuentro personal con el otro, con el diferente, en multitud de iniciativas de todo tipo que realiza de persona a persona y que puede suponer un buen equilibrio para las relaciones virtuales y despersonalizadas», dicen al respecto.
En otro punto del mensaje, afirman que «la Iglesia se alegra de los avances que traen las tecnologías de la comunicación, no sólo para la sociedad sino también para su propia misión de anunciadora del evangelio», pero hablan de la necesidad de «incorporar a esas tecnologías los valores humanos».
«Es ahora más necesaria todavía la formación de las personas en las virtudes, que son una buena herramienta para protegernos de los contenidos nocivos, al tiempo que nos ayudan a descubrir los que nos hacen crecer como personas», manifiestan, para luego agregar: «La Iglesia, experta en humanidad, puede ayudar en este discernimiento, al mismo tiempo que ha de orientar su experiencia en la formación de personas a este nuevo campo, uniendo virtudes».
Los obispos concluyen afirmando que «si los jóvenes aportan su capacidad en las tecnologías de la comunicación y esto se une a la experiencia del discernimiento eclesial y su capacidad de formar en virtudes, la comunicación puede ser una vez más el gran cauce para el anuncio del misterio cristiano que transforma la sociedad para bien de toda la humanidad».
Con información de la Conferencia Episcopal Española.
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