Ciudad del Vaticano (Martes, 08-05-2018, Gaudium Press) 32 reclutas de la Guardia Suiza Pontificia prestaron juramento en la tarde del último domingo, en el Patio de San Dámaso, en el Vaticano.
En la mañana, miembros de la Guardia Suiza y sus familiares asistieron a la solemne misa presidida por el Cardenal Parolin, también dentro de las ceremonias de juramento al Santo Padre.
Los 32 nuevos guardias y sus familiares estuvieron con el Papa Francisco en la Sala Clementina, en el Vaticano.
El Papa les dio la bienvenida y les recordó las cualidades que deben demostrar:
«Vivir con coherencia la Fe católica; perseverar en la amistad con Jesús y en el amor a la Iglesia; ser alegres y diligentes en las grandes y las pequeñas y humildes tareas diarias; valor y paciencia, generosidad y solidaridad con todos».
Cardenal Parolin
El Cardenal Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, estuvo presente en la ceremonia de recepción de los nuevos reclutas y, recordando a San Gregorio Magno, dijo:
«Su misión es un testimonio, es un martirio de la paciencia y la fidelidad, en las ocupaciones de cada día. Y cuando lleguen los momentos de fatiga, con dificultades y tentaciones, no olviden que para tornarse santos, ser amigos de Cristo, comporta una verdadera lucha, un combate diario incesante».
«No nos contentemos con una existencia mediocre somos amigos de Cristo, tornémonos santos hoy», y los santos nos testimonian que eso es posible, dijo el Card. Parolin al concluir.
El Juramento, la Ceremonia
El solemne juramento de los nuevos Guardias se dio en el lugar tradicionalmente escogido para eso: el Patio San Dámaso del Palacio Apostólico.
Ellos juraron delante de la bandera del Cuerpo de Guardias Vaticanos con la presencia del Prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo D. Georg Gänswein y del asesor de la Secretaría de Estado, Mons. Paolo Borgia. No faltaron representantes de las Autoridades Civiles y de la Iglesia en Suiza.
«Juro servir con fidelidad, lealtad y honra, al Pontífice reinante, Francisco y sus legítimos sucesores, dedicarme con todas las fuerzas, sacrificando, si necesario, también mi vida en su defensa. Asumo los mismos deberes hacia el Colegio Cardenalicio durante la vacancia de la Sede Apostólica. Prometo también respeto, fidelidad y obediencia al Comandante y los otros Superiores. Así juro, que Dios y nuestros Santos Patronos me asistan».
Este fue el texto repetido por los nuevos Guardias del Papa después de ser leído por el capellán.
Historia de 500 de Fidelidad
En el año de 1506, llegaron al Vaticano los primeros guardias suizos venidos a Roma a pedido del Papa Julio II.
Era el día 22 de enero de 1506 cuando los 150 suizos del Cantón Uri entraron bajo el comando del capitán Kaspar von Silenen, por primera vez en el Vaticano siendo, entonces, bendecidos por el Papa.
Son más de 500 años de historia y fidelidad de la Guardia Suiza Pontificia.
Era la mañana del 6 de mayo de 1527, cuando los «lanzichenecchi», soldados mercenarios de infantería reclutados por las Legiones Alemanas del Sacro Imperio, invadían el Borgo Santo Spirito y San Pietro en Roma.
La Guardia Suiza Pontificia y las pocas tropas romanas, resistían desesperadamente.
De los 189 suizos en servicio se salvaron apenas 42, o sea, aquellos que en el último momento, bajo el comando de Hércules Goldli, habían acompañado al Papa Clemente VII en su refugio en el Castel Sant’Angelo.
Más Guardias
En entrevista, el actual comandante de la Guardia Suiza, Cristof Graf, anunció el aumento del contingente del Cuerpo de Guardia.
Actualmente ellos son 110, pero serán aumentados a 135 unidades, por tanto, en los próximos meses estarán siendo seleccionados nuevos aspirantes a reclutas. (JSG)
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