Ciudad del Vaticano (Miércoles, 09-05-2018, Gaudium Press) En la Audiencia General de este miércoles, 09 de mayo, el Papa Francisco trató en su catequesis de la Regeneración por el Bautismo.
A pesar del mal tiempo, la Plaza San Pedro estaba repleta. Cerca de 20 mil peregrinos y fieles se desplazaron al lugar para oír al Papa.
Dando continuidad al tema de las catequesis que el Santo Padre viene desarrollando, Francisco explicó el rito central del Bautismo. Por tanto, habló de la inmersión en la pileta bautismal.
Renacimiento del hombre nuevo
«El Bautismo nos abre a una vida de resurrección, no a una vida mundana. ¡La fuente bautismal es el lugar en que se hace la Pascua con Cristo!», dijo el Papa.
Y el renacimiento del hombre nuevo exige que la criatura vieja sea reducida a polvo, recordando las imágenes del túmulo y del vientre materno como expresión de la grandeza de los gestos del Bautismo.
Hijos, en el Hijo Jesús
El Papa Francisco explicó que «La Iglesia es madre a través del Bautismo. Así como nuestros padres nos engendraron para la vida terrena, la Iglesia nos regeneró para la vida eterna en el Bautismo. Nosotros nos hacemos hijos en el Hijo Jesús».
Sobre cada uno de los renacidos por el agua y por el Espíritu Santo, el Padre celeste hace oír su voz: ‘Tu eres mi hijo muy amado’. Esta voz paterna es perceptible no por los oídos, sino por el corazón de quien cree; y nos acompaña por toda la vida.
Bautismo: una marca indeleble
Después de renacer como hijos de Dios, esto será para siempre, jamás esta marca nos deja, nunca nos abandonará.
Esto es real porque el Bautismo imprime una marca espiritual indeleble, siendo éste el motivo por el cual el Bautismo no se repite. Ningún pecado puede borrarlo, aunque el pecado impida al Bautismo producir frutos de salvación.
Incluso si alguien se torna en el peor pecador, en un bandido, dijo el Papa, la marca del Bautismo no desaparece:
«Dios jamás reniega sus hijos», afirmó Francisco con énfasis, pidiendo a los fieles repetir esta frase más de una vez.
Purifica, santifica, justifica
El Bautismo purifica, santifica, justifica, para formar en Cristo un solo cuerpo, a través de la acción del Espíritu Santo.
Y eso está expresado en la unción crismal, cuando el ministro unge la cabeza y dice: ‘Te unjo con el crisma de la salvación para que, reunida a su pueblo, permanezcas eternamente miembro de Cristo sacerdote, profeta y rey’.
Vocación cristiana: Vivir unidos a Cristo
Para concluir su catequesis de hoy, el Papa resaltó lo que es la unión a Cristo:
«Queridos hermanos y hermanas, esta es la vocación cristiana: vivir unidos a Cristo en la Santa Iglesia, participando de la misma unción para realizar la misma misión, produciendo frutos que duren para siempre. Eso significa hacer la vida una ofrenda agradable a Dios, prestarle testimonio con una vida de fe y de caridad y poner la vida al servicio de los otros, siguiendo el ejemplo del Señor Jesús.» (JSG)
(De la Redacción Gaudium Press, con Informaciones Vatican News)
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