Londres, Inglaterra (Martes, 15-05-2018, Gaudium Press) El pasado 5 de mayo desde el área de Covent Garden -distrito londinense-, continuando su trayecto por Trafalgar Square -famosa plaza de la capital inglesa¬, pasando por 10 Downing Street, lugar de residencia del primer ministro del Reino Unido y finalizando en el Parlamento Británico, un estimado de 4.000 personas marcharon a favor de la vida en solidaridad con los nacidos y como testigos de la dignidad de la vida.
La marcha venía realizándose en Birminghan -lugar de la primer clínica de abortos en Inglaterra, pero esta vez se quiso en la capital, por la amplitud que había alcanzado y por la reciente medida tomada en Londres, de impedir el acercamiento de militantes pro-vida a lugares donde se practican abortos.
El año pasado en Birminghan hubo una ‘contrademostración’ por parte de abortistas, quienes interrumpieron la marcha que se estaba realizando, causando largas demoras. Los partidarios de la vida se vieron obligados a pararse bajo la lluvia y la Policía de West Midlands no actuaba frente a esta problemática. Este año no se repitió esa escena en Londres.
Foto: Dane Deaner- splash.com
Anne Scanlon, directora de educación y medios de comunicación de la organización benéfica Life, dijo al National Catholic Register que aunque existan «numerosos grupos pro-vida, este es el único evento en el que todos vienen y están orgullosos de ser pro-vida «.
Igualmente, el Obispo de Paisley, John Keenan, consideró significativo que la marcha se haya trasladado a la capital este año, reuniendo a los grupos que apoyan la vida de las Islas Británicas.
Este acontecimiento se produce 50 años después de la implementación de la ley del aborto de 1967, y sigue la decisión de la semana pasada de prohibir a los grupos pro-vida de rezar fuera de las clínicas de aborto en Londres y ofrecer apoyo.
Además la marcha, contó con gran influencia irlandesa, teniendo en cuenta que el 25 de mayo se celebrará un referéndum, en el que algunos buscan derogar la octava enmienda de la Constitución Política, que protege los derechos de la madre y de los no nacidos. De ser derogada dicha enmienda, se abrirán las puertas al aborto, cuya práctica es ilegal. Sólo se puede realizar cuando la vida de la madre está en peligro.
Frente al tema del referéndum, habló Laoise Ní Dhubhrosa, del grupo Londinense Irish United for Life, cuyo objetivo es defender las leyes pro vida de Irlanda y ahora proteger la octava enmienda. Ella instó a los electores tanto en Irlanda como a los que viven en Reino Unido a votar por el «no». En ese mismo orden afirmó que la marcha fue positiva con relación al futuro referéndum.
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