Washington (Martes, 15-05-2018, Gaudium Press) El Arzobispo de Los Ángeles, Estados Unidos, Monseñor José Gómez, ofreció un mensaje a más de 1600 graduandos de la Universidad Católica de América el día 12 de mayo en el cual recordó la participación de San Junípero Serra en la fundación de Estados Unidos e invitó a los presentes a renovar la historia el país y a darle un nuevo sentido, necesario para su desarrollo.
Monseñor José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, Estados Unidos. Foto: Franciscan University. |
«América ha perdido su camino porque hemos perdido los hilos de nuestra historia nacional. No sabemos quiénes somos como pueblo o cuál es nuestro propósito nacional», lamentó el prelado, según informó CNS. «Yo digo que éste es nuestro mayor desafío, porque a menos de que sepamos quién somos y para qué estamos aquí, nunca vamos a ser capaces de determinar las prioridades correctas o encontrar las soluciones correctas a los muchos desafíos que enfrentamos».
Recordando la participación de San Junípero Serra como uno de los fundadores de América, el Arzobispo invitó a los graduandos a proclamar una nueva historia americana destacada por su «santidad y heroísmo». «Necesitamos una nueva narrativa que nos defina y que nos mantenga unidos como un pueblo con un propósito común». Mons. Gómez propuso que el espíritu del país está vivo en sus santos y recordó el testimonio de numerosos estadounidenses que han vivido vidas virtuosas y cuyos procesos de beatificación se encuentran activos.
El Arzobispo recordó que los santos surgen de la vida cotidiana y entornos como barrios, parroquias y familias: «Ellos son los Santos escondidos, santos de todos los días, santas esposas, santos esposos, trabajando duro para hacer lo que es correcto, sacrificándose por sus hijos, siendo buenos amigos y buenos vecinos, que sirven a los pobres y trabajan para hacer más fuertes sus comunidades». Uno de estos creyentes destacados fue la Madre Luisa Josefa del Santísimo Sacramento, quien tuvo que refugiarse de la persecución anticatólica de México y se convirtió en una religiosa y sirvientes de los pobres en Los Ángeles, Estados Unidos. Esta religiosa solía repetir: «Hemos sido hechos para más grandes».
«Mi oración por ustedes es que escriban una historia que esté llena de bondad, amor y servicio; con oración y agradecimiento por los dones simples. Yo oro porque ustedes siempre busquen conocer qué es lo correcto y tengan la valentía de hacerlo», expresó. «Todavía podemos abrir la puerta con confianza a la gente que están luchando por respirar mi libertad, todavía podemos practicar la política sin malicia en contra de nadie y con calidad para todos hemos hecho o hechos para grabar cosas más hemos sido hechos para cosas más grandes concluyó.
Con información de CNS
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