Ciudad del Vaticano (Miércoles, 16-05-2018, Gaudium Press) Hoy se realizó la última catequesis de Audiencia General sobre el Bautismo. Ella fue dedicada a «la vestidura blanca y a la vela encendida, que simbolizan la dignidad del bautizado y su vocación cristiana», según expresó el Papa Francisco.
Es el Bautismo una nueva generación, pero en Dios.
«Después del lavado de regeneración -dijo el Papa- capaz de recrear al hombre según Dios en la verdadera santidad, se ha hecho natural, desde los primeros siglos, revestir a los neo-bautizados de una vestidura nueva, cándida, semejante al esplendor de la vida conseguida en Cristo y en el Espíritu Santo». Esta vestidura es por lo común blanca.
Los trajes blancos simbolizan el estado del alma purificada tras el Bautismo. Estamos llamados a preservar esta condición «sin mancha hasta la vida eterna», lo que se consigue recorriendo el camino de la vida cristiana, cultivando las virtudes y viviendo la caridad.
La vela encendida, signo de la luz recibida
De Cristo, Luz del mundo, el bautizado recibe su esplendor y calor. Esta luz simboliza también que debemos caminar en la luz de Cristo, y que debemos perseverar en esta fe. Los padres y padrino deben ayudar al niño bautizado a transitar por esta vía.
«Recibe la luz de Cristo, dice el sacerdote. Esta palabras nos recuerdan -señaló Francisco- que no somos la luz, sino la luz es Jesucristo, quien resucitando de los muertos, venció las tinieblas del mal».
Para que el bautizado se mantenga firme en la fe, es imprescindible la educación cristiana.
«La educación cristiana -recordó el Pontífice- es un derecho de los niños; la educación cristiana es un derecho de los niños. Esta tiende a guiarlos gradualmente a conocer el diseño de Dios en Cristo, así podrán ratificar personalmente la fe en la cual han sido bautizados».
Con información de Vatican News
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