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Buenos Aires (Martes, 22-05-2018, Gaudium Press) Más de 100 ciudades alcanzadas, más de tres millones de personas en las calles: a pesar de que la gran media no notició proporcionalmente, el impacto fue muy grande, de la Marcha por la Vida realizada en Argentina el domingo pasado. Una marcha que se da en el marco de la discusión de un proyecto de aborto en el Congreso argentino.
En Buenos Aires alrededor de 300.000 personas marcharon desde la Plaza de Mayo hasta el propio congreso, con la consigna «Cuidemos las dos vidas», tanto la del niño por nacer como la de la madre. Al final de la marcha, se leyó un petitorio dirigido a los legisladores pidiendo respeto por la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Y que se derogara un protocolo que permite que en nueve provincias se practique el aborto en casos excepcionales, como en el contexto de una violación.
Manifiesto de médicos
Un grupo de médicos también hizo escuchar su voz: «Como profesionales del arte de la medicina estamos en contra de todo método abortivo ya que sólo nos manchamos con sangre intentando salvar vidas», anunciaron. «Los médicos argentinos queremos que en nuestra patria no exista jamás discriminación alguna de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural», afirmaron.
El obispo de Zárate-Campana, Mons. Pedro Laxague, estuvo presente en Buenos Aires, y allí exhortó a los miembros del Congreso a que no legislen en contra de la vida, conforme al juramento que hicieron de respetar la Constitución Nacional. Defiendan los derechos humanos y no se los nieguen a los más pobres y vulnerables».
Asimismo en Córdoba se hizo presente el Arzobispo Mons. Ñánéz y en Corrientes los manifestantes estuvieron acompañados del prelado, Mons. Andrés Stanovnik.
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