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París (Miércoles, 23-05-2018, Gaudium Press) Que en la aún dulce y bella Francia marchen en honor a San José 12.000 personas, no deja de ser sorpresivo pues el laicismo ha corroído la fe de la otrora hija primogénita de la Iglesia. Pero que la media de edad de esos 12.000 peregrinos sea de 21 años, es algo que restaura la esperanza.
Fue lo que ocurrió del sábado al lunes pasado, en la ya tradicional Peregrinación de Chartres: Organizados por la asociación Nuestra Señora de Cristiandad, 12.000 en su mayoría muchachos se encontraron el Notre-Dame de París, para asistir primero a la misa de envío oficiada por Mons. Denis Jachiet, obispo auxiliar, y después recorrer los 105 kms. que los separaban de Chartres. En Notre-Dame los peregrinos también pudieron venerar la reliquia del corazón del Padre Pío, que estaba en Francia por primera vez en ese fin de semana.
La peregrinación de este año se hallaba bajo el patronazgo de San José, y eso inspiró el tema de la peregrinación: San José, padre y servidor.
Tras tres días de un fuerte sol, los peregrinos llegaron en la tarde a Chartres, donde fueron recibidos con misa de clausura oficiada por el Cardenal Robert Sarah.
Homilía del Cardenal
El Cardenal en su homilía recordó puntos esenciales de la decadencia de Occidente, que «escogió organizarse sin Dios, y ahora hela aquí entregada a las luces llamativas y engañosas de la sociedad de consumo, del provecho a cualquier precio y del individualismo apasionado. Un mundo sin Dios es un mundo de tinieblas, de mentiras y de egoísmo».
Por ello el Cardenal hizo un apelo a la multitud reunida: «¡Tú, pueblo de Francia, despiértate, escoge la Luz, renuncia a las tinieblas!»
¿Cómo despertar? «El Evangelio nos responde: aquel que actúa según la Verdad viene a la Luz. Dejemos que la Luz del Espíritu Santo ilumine nuestras vidas concretamente, simplemente y hasta en las regiones más íntimas de nuestro ser profundo. Actuar según la verdad, es antes que nada poner a Dios en el centro de nuestras vidas como la cruz es el centro de esta catedral», enfatizó el purpurado.
Con información de Famille Chrètienne
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