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Ciudad del Vaticano (Martes, 29-05-2018, Gaudium Press) La Prefectura de la Casa Pontificia anunció la visita pastoral del Papa Francisco a la diócesis de Piazza Armenia y de Palermo el próximo día 15 de septiembre.
La fecha del 15 de septiembre es también la ocasión en que se cumplen 25 años de la muerte del Beato padre Pino Puglisi, asesinado exactamente el día 15 de septiembre de 1993, por sicarios de la mafia que querían impedir la continuación de su obra de evangelización entre los jóvenes del barrio Brancaccio, de Palermo.
Ejemplo contra la criminalidad
El Papa Francisco definió al padre Puglisi como «un ejemplo a ser seguido» para contrastar la mentalidad mafiosa. El Beato nació en el barrio de Brancaccio, el 15 de septiembre de 1937. Era hijo de un zapatero y su madre era costurera.
Él fue asesinado en el barrio el 15 de septiembre de 1993, en el día mismo en que cumpliría 56 años.
El Beato Puglisi entró al seminario diocesano de Palermo en 1953 y fue ordenado sacerdote el 2 de julio de 1960.
El 29 de septiembre de 1990 fue nombrado párroco en San Gaetano, barrio Brancaccio, y, allí inició su incesante trabajo con los jóvenes y las familias despertando odio por causa de su evangelización junto a los jóvenes que los alejaban de los vicios y de dependencias de drogas.
Fue muerto en frente al portón de la casa en que vivía, por obra de una facción criminal.
En 2012 recibió el reconocimiento del martirio «in odium fidei».
El día 25 de mayo de 2013 fue beatificado en Palermo.
Alegría de la Iglesia siciliana
La visita del Papa provoca una mezcla de sentimientos de alegría y gratitud en la Iglesia siciliana. Él será particularmente recibido con afecto por el «Centro de Acogida Padre Nuestro», que fue fundado por el propio padre Puglisi en 1991 con el objetivo de recuperar menores, siempre buscados por el crimen organizado para ser sus agentes.
Para el pueblo de Palermo es una alegría por dos motivos. Primero porque el Papa visita la ciudad; segundo, porque hará una visita al Centro del padre Puglisi, lugar donde fue muerto y en la casa donde vivió.
Será un momento muy importante, de emoción, pero principalmente un momento de Fe entre personas que creen en el mismo Cristo de la Resurrección, en el cual creyó padre Puglisi.
Para la población la visita es una señal que el Papa quiere dar a esta comunidad que fue muy martirizada, pero también muy amada por Dios, porque recibió al mártir Beato Puglisi.
La visita es también un reconocimiento del método con el cual padre Puglisi anunciaba el Evangelio en el día a día, sin hacer acciones ‘extraordinarias’.
Niños
El último sueño del padre Puglisi que la población quiere ver realizado es la guardería para los niños de Brancaccio. Él sacerdote entendía que la correcta educación de los niños es la base para eliminar la mentalidad mafiosa. (JSG)
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