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Toronto (Miércoles, 30-05-2018, Gaudium Press) El papel de la Iglesia Caldea, una de las iglesias orientales en plena comunión con la Iglesia Católica, ha cambiado de forma notable su influencia tras el nombramiento de su Patriarca, Su Beatitud Luis Rafael I Sako, como nuevo Cardenal designado. El Obispo caldeo de Canadá, Mons. Bawai Soro analizó esta nueva realidad que puede ayudar a mejorar la difícil situación de persecución que parecen los creyentes en Irak.
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| Cardenal designado Luis Rafael I Sako. Foto: Ordo Militaris Inc. |
«El 60, 70 u 80 por ciento de los caldeos ahora viven fuera de sus territorios históricos. Ya somos una Iglesia occidental», afirmó Mons. Soro a The Catholic Register. «El Cardenal Sako será muy activo. Ya es activo. Él va usar sus credenciales por el bien de la Iglesia». El rol del Patriarca caldeo ha sido especialmente importante, ya que lidera una de las Iglesias más perseguidas y oprimidas del mundo cristiano, cuyos miembros ha tenido que abandonar sus territorios naturales debido a la invasión del llamado Estado Islámico.
La labor de apoyo por parte del Patriarca Sako a los creyentes iraquíes y su llamado al retorno de los refugiados a sus territorios motivó que fuera nominado al Premio Nobel de la Paz 2018 por la asociación católica francesa L’Oeuvre d’Orient . La organización alabó sus esfuerzos para conseguir instaurar en Irak una sociedad democrática, secular y pacífica.
La situación de diáspora de la Iglesia Caldea se remonta hasta el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. «La inmigración, la persecución, el aumento del nacionalismo, el surgir de los derechos humanos, el surgimiento del fundamentalismo y la caída de la Unión Soviética, todos estos eventos mundiales desencadenaron una migración de los cristianos orientales», afirmó Monseñor Soro.
Información de The Catholic Register.
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