Lima (Miércoles, 30-05-2018, Gaudium Press) En un Hemiciclo que rebosaba de ilustres invitados, fue recibido en medio de aplausos el Cardenal Primado del Perú, Mons. Juan Luis Cipriani, para la ceremonia de condecoración con la Medalla de Honor del Congreso de la República en el Grado de Gran Cruz.
«Juan Luis Cipriani no solamente es un hombre que nos da la palabra de Dios, sino también es un gran patriota, y ustedes encuentran en él una figura que hasta el día de hoy defiende aquellos principios que no está de moda defender la vida, la familia, y que motiva espero cada vez a más políticos a estar al lado de esa batalla, de esa lucha»: De esta manera el Presidente del Congreso de la República, Luis Galarreta, destacó la importancia de esta condecoración.
El purpurado agradeció al Presidente del Congreso y a todos los que lo han acompañado en su trabajo pastoral: «Es un reconocimiento a la Iglesia, es verdad que, en la persona del Cardenal Primado, pero al reconocimiento de lo que es la presencia de la Iglesia en el Perú.»
El gran homenajeado es el pueblo de Ayacucho
El Cardenal también se refirió a su trabajo en Ayacucho como Arzobispo e hizo una mención a todos los que defendieron la libertad de la patria peruana en ese entonces.
«En estos largos años de mi vida al servicio de la Iglesia, como ya antes se ha mencionado, he predicado incansablemente que la violencia no constituye jamás una respuesta justa; el Papa Juan Pablo II con esas palabras precisas, valientes de una experiencia personal decía: ‘El mundo actual necesita también el testimonio de profetas no armados» y añadía: ‘Desafortunadamente no bien recibidos en cada época’ pues al hacer un repaso mental de esos años en Ayacucho, veo personas que me acompañaron en esa tarea y me parece que gran el homenajeado en esta ocasión es el pueblo de Ayacucho, son sus ‘ronderos’, son sus Fuerzas Armadas y Policiales, fueron épocas muy oscuras en las que Dios quiso ponerme a lado de ese gran amigo y hermano, Monseñor Federico Richter, quien me acompaño como arzobispo de Ayacucho, por eso mi reconocimiento hoy a ese pueblo de Ayacucho y a esas personas que con tanta humildad defendieron la libertad de la patria».
La verdad ilumina nuestro camino
También destacó que es necesario que en estos tiempos siempre caminemos con la verdad.
«Junto a la paz quiero mencionar la verdad, Jesucristo nos ha enseñado: ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida’ es una obligación moral que nos engrandece cuando la verdad ilumina de una manera terca, constante nuestra entrega al servicio de la Iglesia, porque nos encontramos con un desafío muy fuerte, el relativismo ético que pretende disolver todo planteamiento moral, toda valoración moral, por eso es importante que la verdad envuelta, como lo hace el Papa Francisco, en la ternura, en el cariño, una verdad; la verdad es una gran aliada de la tarea que tiene la Iglesia. Es por ello, que, en estos tiempos, la tarea de la defensa de la vida, de la familia, la responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos son piezas fundamentales».
Con información de la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de Lima
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