Montevideo (Lunes, 04-06-2018, Gaudium Press) La procesión en honra de San Cono del 3 de junio pasado, en Florida – Uruguay, fue una de las más concurridas de los últimos años: participaron por lo menos 30.000 personas. La historia de este joven santo italiano, tiene sus elementos pintorescos, como se verá.
Breve historia
San Cono nace en Teggiano, Italia, en el S. XII, de padres que conciben ya entrados en años, y después de un sugestivo sueño: Del vientre de la madre, Igniva, brotaba una llamarada intensa; ciertamente era la voz de Dios previniéndola de la luz que saldría de sus entrañas. Al niño pusiéronle Cono, que significa «Algo perfecto».
Aunque los papás se oponen, San Cono entra a la vida monacal, parece que con intervención de Dios.
Siendo hijo único, los padres no querían que Cono los dejase, pero él -seguro de su vocación- parte a un monasterio alejado del terruño familiar. Sin embargo, tras diligente búsqueda, hasta allá llegaron los padres. Al saberlo, Cono busca un sitio para ocultarse y lo halla en el horno del monasterio.
Pasan los minutos, lo buscan, no lo encuentran, pero bien, cada uno en sus funciones que las cosas no se hacen solas. El encargado prende el horno, ya es hora de la cocción del pan, y ¡oh milagro! San Cono no se queja del fuego y el calor, lo que, cuando se descubre, es tomado como la señal inequívoca de que Dios lo quiere en religión y con hábito, más que cerca a las faldas de la mamá.
Su vida en el monasterio trascurrió en el cumplimiento de los deberes de la regla, en la siembra del ora et labora, en el aseo del claustro, y cuando necesario en las labores de la cocina. Hasta que un día se dio otro hecho de orden místico…
No tenía Cono 20 años cuando en una tarde de verano, recibe un misterioso mensaje: «Esta noche Dios te llamará…». Y fue así que esa noche, Dios llamó a sí a aquel que en la humildad pero siendo una llama de amor a Dios, le sirvió con todo su ser. La fama de santidad pronto se esparció por el sur de Italia. En 1871 el Beato Pío Nono lo canonizó, a aquel que desde mucho tiempo atrás ya era santo popular.
San Cono en Uruguay
Los países del sur de América, tienen la alegría de contar con una nutrida inmigración italiana. Algunos de esta benévola diáspora se radicaron en Florida, Uruguay, y para allá importaron la devoción a San Cono. Estos no quisieron solo el recuerdo sino también una imagen del Santo, que llega a la ciudad en 1870, poco antes de la canonización. En 1884 se concluye la capilla que le es dedicada. En octubre de 2011, el alcalde de Teggiano fue con comitiva a acompañar una imagen de San Cono Durmiente, que estuvo una semana en Florida. Esto ayudó a propagar aún más la devoción que le dedica el pueblo uruguayo.
Los 3 de junio la población de Florida, de alrededor de 35.000 habitantes, casi que se duplica, por obra y gracia de la devoción que se le tiene a San Cono. (SCM)
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