El demonio no es un mito y debemos combatirlo, advierte sacerdote

Redacción (Miércoles, 06-06-2018, Gaudium Press) A través de un video posteado en las redes sociales, el Padre Samuel Bonilla, aclaró algunas verdades olvidadas sobre la existencia del demonio.

Utilizando las Sagradas Escrituras, el sacerdote explicó que la palabra «diablo» tiene origen griego y significa «calumniador» y que pese a que en el Antiguo Testamento se usa más la palabra ‘Satanás’, en el Nuevo Testamento el término más empleado es ‘diablo’. Entretanto, existen muchos otros nombres (Lucifer, Belzebu, Belial) y títulos con los cuales el demonio es llamado (maligno, tentador, príncipe de este mundo, dios de este siglo, acusador de los hermanos).

Sobre el origen del demonio, el Padre enseña que «Dios no creó el diablo, creó los ángeles, pero en algún momento algunos ángeles se rebelaron contra Dios. En ese momento, muchos deciden ser aquello para lo que fueron creados, para alabar a Dios. Pero otros se rebelan por la soberbia y no quieren alabar a Dios, quieren tomar el lugar de Dios. Fue así que nació el diablo y fue lanzado al infierno».

Citando el Catecismo de la Iglesia Católica, el sacerdote recuerda que los demonios «fueron creados por Dios naturalmente buenos; pero ellos, por sí, se hicieron malos. Esta decisión es irrevocable, porque ellos son seres espirituales, no temporales, sus decisiones tienen repercusiones eternas».

Una alerta que el Padre Sam da es la de no jugar con el demonio, pues por ser un ángel, «es superior a nosotros, a nuestra naturaleza humana, él tiene una naturaleza espiritual». Entretanto, «el poder del diablo no es infinito, porque el diablo es una criatura», y nosotros cristianos «somos hijos de Dios, que es todopoderoso».

«Aquellos que están más próximos de Dios, o se esfuerzan para estar cerca de Dios son perseguidos con más insistencia por el diablo», dijo el sacerdote recordando los muchos santos que tuvieron un combate directo con el demonio, tales como San Francisco de Asís, Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, Catalina de Siena, San Juan María Vianney y el Padre Pío.

Concluyendo sus consideraciones, el Padre Sam advirtió que «una de las tácticas preferidas del diablo es hacer a la persona creer que él no existe, que él es un simple símbolo o una idea, una invención del hombre. Mientras, el demonio no es un mito y debemos combatirlo». (EPC)