Menú 
Ciudad del Vaticano (Miércoles, 06-06-2018, Gaudium Press) Este lunes 04, el Papa Francisco recibió en audiencia a setenta integrantes de la fundación que promueve el Premio Internacional de Periodismo «Biagio Agnes».
Durante el encuentro, ocurrido en la Sala Clementina, el Pontífice invitó a los periodistas a comprometerse «con una comunicación que sepa colocar la verdad por encima de los intereses personales o de corporaciones».
«Ser periodista tiene que ver con la formación de las personas, de su visión del mundo y sus comportamientos en relación con los eventos. Es un trabajo exigente, que en este momento está pasando por un período marcado por la convergencia digital y la transformación de los medios de comunicación», afirmó.
El Santo Padre recordó que durante sus viajes notó «una diferencia en los métodos de producción: desde los clásicos equipos de TV hasta los jóvenes que con un teléfono celular consiguen redactar una noticia para un portal. O de radios tradicionales las verdaderas entrevistas hechas con un celular. Todo eso muestra que estamos realmente viviendo una transformación urgente de formas y lenguajes de la información».
Citando un trecho de la Encíclica ‘Laudato si’, Francisco advirtió que «las dinámicas de los medios de comunicación y del mundo digital, […] cuando se tornan omnipresentes, no favorecen el desarrollo de la capacidad de vivir con sabiduría, pensar en profundidad, amar con generosidad. En este contexto, los grandes sabios del pasado correrían el riesgo de ver sofocada su sabiduría en el medio del ruido dispersivo de la información».
Delante de ese panorama, el Pontífice acentuó que «no existen recetas», sino destacó tres puntos: periferias, verdad y esperanza.
Sobre el primero, periferias, alertó que pese a que «muchas veces, los puntos neurálgicos de la producción de noticias se encuentren en los grandes centros», nunca debemos olvidar «las historias de personas que viven distantes, en las periferias».
Respecto a la verdad, el Papa habló de la necesidad de que los periodistas sean exigentes «consigo mismo para no caer en la trampa de las lógicas de contraposición por intereses o ideologías».
«Hoy, en un mundo donde todo es rápido, es cada vez más urgente recurrir a la dolorosa y ardua ley de la pesquisa profundizada, del confronto y, si es necesario, también del callar en vez de herir una persona o un grupo de personas o deslegitimar un hecho. Yo sé que es difícil, pero la historia de una vida se entiende al final, y eso debe ayudarnos a tornar corajudos y proféticos.»
Por último, al tratar de la esperanza, el Santo Padre explicó que «no se trata de contar un mundo sin problemas: sería una ilusión. Se trata de abrir espacios de esperanza, denunciando situaciones de degradación y desespero».
«Un periodista no debería sentirse bien por el simple hecho de haber relatado, de acuerdo con su responsabilidad libre y consciente, un evento. Es llamado a mantener abierta un área de salida, de significado, de esperanza», concluyó. (EPC)
Deje su Comentario