Aproximarse a los pies de Nuestra Señora es una experiencia transformadora, dice el Cardenal español

Barcelona – España (Miércoles, 13-06-2018, Gaudium Press) El Arzobispo de Barcelona, Cardenal Juan José Omella, dedicó su carta pastoral a los peregrinos de su Arquidiócesis que al final del mes visitarán el Santuario de Lourdes. El purpurado calificó esa experiencia como «maravillosa», que cada uno «vive y goza de manera diferente».

Recordando que el centro de Lourdes es la gruta de Nuestra Señora, el Cardenal resaltó que aquel lugar, donde ocurrió la aparición mariana, es «un lugar de oración, de silencio y de reflexión».

«Nuestra Señora habla a todos los peregrinos. Lo hace en el fondo del corazón. La Fe, la esperanza y el amor son manifestaciones muy claras de todos los peregrinos que se reúnen en Lourdes. Y este testimonio de vida cristiana habla, interpela y hace presente a Dios, que es amor», agregó.

El Cardenal destacó que milagro notable producido en el Santuario de Lourdes, lugar donde se reúnen innúmeros enfermos en busca de salud, es el de vivir «una experiencia transformadora al aproximarse de Nuestra Señora».

Explicando ese punto, el Arzobispo de Barcelona señaló que, a pesar de producirse numerosas curas en Lourdes, muchos enfermos «cuando se encuentran delante de la gruta de Nuestra Señora y se llenan de las vivencias espirituales que se experimentan en el Santuario, ya no piden la cura, sino saber aceptar su enfermedad y unirla a la Cruz de Cristo, o rezan por la cura de los demás».

Las esculturas de los jardines del Santuario de Lourdes reflejan esa situación al tener la siguiente inscripción: ‘Es más importante reencontrar la Fe que reencontrar la vista’. Lo que, según el Cardenal es «el auténtico milagro, que es frecuente en Lourdes».

«Aproximarse a los pies de Nuestra Señora es una experiencia que nos transforma», y hacerlo a través de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes es todavía más gratificante.

«Cuando acompañamos y servimos a nuestros hermanos enfermos, la visita a Lourdes adquiere un sentido mucho más pleno, pues los enfermos son una señal de la presencia viva de Jesucristo entre nosotros y nos ayudan a descubrir el sentido auténtico de la vida», subrayó.

Concluyendo su carta pastoral, el purpurado mencionó nuevamente las peregrinaciones diocesanas resaltando que «son días intensos de trabajo, oración y fraternidad, pero especialmente de alegría interior». Y además, que Lourdes ofrece a los peregrinos otro don, que es «la vivencia de la catolicidad del pueblo de Dios, pues en el Santuario se encuentran cristianos de los cinco continentes, unidos a los pies de la Madre en una misma Fe, Esperanza y Caridad». (EPC)