Algunos apuntes de contexto sobre la "cuestión ucraniana"

Roma (Miércoles, 13-06-2018, Gaudium Press) A finales del mes de mayo, el Papa Francisco concedió una audiencia a una delegación del Patriarcado Ortodoxo de Moscú encabezado por Presidente de las Relaciones Externas de la Iglesia Ortodoxa moscovita, Hilarion of Volokolamsk. El tema tratado durante esta visita es un delicado aspecto de la realidad religiosa de Ucrania y su relación con Rusia poco conocido en Occidente: el reclamo de la Iglesia Ortodoxa en Ucrania del «Tomos de Autocefalía» o reconocimiento de su estatus de independiencia.

Audiencia del Papa Francisco a una delegación del Patriarcado Ortodoxo de Moscú. Foto: RISU.

Este, como otros temas de la relación entre Rusia y Ucrania, suscita un gran debate a nivel regional. La petición del Tomos de Autocefalía fue presentada de manera formal el pasado 17 de abril por el Presidente de Ucrania, Petro Poroshenko al Patriarca Ecuménico Bartolomé con una notable oposición por parte del Patriarcado de Moscú. Tradicionalmente, la autocefalia es otorgada por el Patriarcado de Constantinopla y significaría para la Iglesia Ortodoxa en Ucrania su independencia del Patriarcado de Moscú, el cual reclama que tiene la autoridad para decidir si se otorga o no la autocefalía a la que considera como una de sus partes.

Frente a este delicado tema, el Papa Francisco afirmó que la Iglesia Católica «no debería interferir en los asuntos internos de la Iglesia Ortodoxa rusa, incluso en asuntos políticos. Esta es mi posición y la posición de la Santa Sede hoy». El Pontífice rechazó la posibilidad de una «actitud de división» y reafirmó el reconocimiento de un solo Patriarcado en Moscú y en Rusia.

La cuestión de la autocefalía suscita debates incluso al interior de Ucrania ya que algunos de los fieles ortodoxos ucranianos desean continuar siendo parte del Patriarcado de Moscú y de obtenerse la autocefalia podrían llegar a continuar congregándose de manera separada como una religión diferente a la de un eventual Patriarcado Ucraniano independiente. La búsqueda de la independencia eclesiástica al interior de la iglesia ortodoxa significaría también una consolidación de Ucrania en la idea de nación, según la opinión del académico religioso Igor Kozlovsky.

Pero la importancia de esta cuestión no se queda simplemente en un afán independentista. Ucrania tiene una gran importancia histórica para Rusia, ya que fue allí donde se produjo la conversión al cristianismo de la Rus de Kiev, la unión de las tribus eslavas orientales que marcaría el inicio de todo el legado cultural ruso. Vladimiro el Grande introdujo con su bautismo la religión cristiana y por este motivo una Iglesia Ortodoxa Ucraniana tendría una notable importancia simbólica. En la actualidad, el Patriarcado de Moscú reclama la pertenencia natural de todos los ortodoxos étnicamente rusos y la estrecha relación entre el Patriarcado de Moscú y las autoridades civiles hacen que una eventual autocefalía de la Iglesia Ortodoxa en Ucrania debilite el liderazgo religioso y político de Moscú sobre toda la región.

El Patriarcado de Constantinopla se abstuvo de declarar la autocefalia de la Iglesia Ucraniana en su reunión del 31 de mayo, contradiciendo la esperanza del Presidente ucraniano, pero podría hacerlo en el mes de julio. Para el analista Paul A. Goble, «la autocefalia ucraniana es tan inevitable como imposible sería la restauración de la Unión Soviética».

Con información de RISU y Euromaidan Press.