Ho Chi Min City – Vietnam (Jueves, 21-06-2018, Gaudium Press) Cuando el Papa Juan Pablo II, el día 19 de junio de 1988, canonizó 117 Beatos de Vietnam, que fueron asesinados por odio a la fe entre 1745 y 1862, así se refirió a los nuevos santos: Aquí está «la pureza y la fuerza de este extraordinario testimonio».
19 de junio de 1988: 30 años después…
El pasado martes 19 de junio fue dado inicio a las conmemoraciones del Jubileo especial para exaltar ese acontecimiento verdaderamente histórico y lleno de santidad.
Fueron celebradas tres Misas solemnes en los tres lugares más significativos y simbólicos para la historia de la Iglesia en aquel país del sudeste asiático.
Las celebraciones jubilares continuarán hasta el 24 de noviembre, día en que son festejados todos los 117 Santos, que fueron beatificados en 4 diferentes ocasiones, por tres Pontífices diferentes:
64 de ellos beatificados por el Papa León XIII en 1900;
28 fueron beatificados por San Pío X en 1906 y 1909 y
25 de ellos fueron beatificados por Pío XII en 1951.
Los tres lugares simbólicos
Los lugares escogidos para las celebraciones de apertura del Jubileo son tres lugares considerados fundamentales en la historia de la Iglesia en Vietnam.
El primero de estos lugares es la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, en Soi Ki?n, lugar de origen de dos hermanos martirizados, el Padre Peter Truong Van Thi y Peter Truong Van Duong.
El segundo lugar simbólico escogido fue el centro de peregrinaciones de Nuestra Señora de La Vang, en la provincia de Quang Tri – región central del país – donde la Virgen apareció más de 200 años atrás a algunos peregrinos en fuga de persecuciones religiosas.
El tercer lugar escogido y considerado simbólico fue el centro de peregrinación Ba Giông que queda en la provincia de Tien Giang , tierra donde nacieron millares de mártires en los siglos XVIII y XIX .
«Vivir el espíritu de los mártires»
Vivir como testigos de Dios y del Evangelio es el propósito de este Jubileo especial. Fue calficado y así fue destacado por el Presidente de la Conferencia Episcopal, Joseph Nguyen Chi Linh. En otras palabras, es una invitación para «Vivir el espíritu de los mártires».
Fue por eso que Mons. Joseph Nguyen Chi Linh alentó a la población a «visitar a las personas en dificultades, enfermos, presos, ancianos, solitarios, personas con necesidades especiales, como parte de una peregrinación a Cristo».
Gran grupo de mártires, pequeña parte de perseguidos
¡Ocho obispos, cincuenta sacerdotes y cincuenta y nueve laicos (entre ellos también una madre) que fueron muertos por odio a la Fe («odium fidei»), representan un gran grupo de mártires pero, al mismo tiempo, apenas una pequeña parte de los cristianos perseguidos y muertos en tres siglos de historia!
El cristianismo llegó a Vietnam en el siglo XVI y con él se inició la represión, la persecución y muerte de aquellos que seguían a Jesucristo. Comenzó y no paró instigado por decretos firmados de tiempo en tiempo por señores o reyes.
La más cruel y sanguinaria de las persecuciones a los católicos llegó con la última dinastía imperial Nguyen (1802-1945). Durante ella inició la masacre que fue de una ferocidad sin precedentes: más de 300 mil católicos fueron exterminados.
Aún hoy la Iglesia sufre persecuciones en Vietnam.
Pero ella continúa extrayendo su fuerza de aquella «pureza» a la cual, el día 19 de junio de 1988, San Juan Pablo II se refirió:
«La tradición de ustedes nos recuerda que la historia del martirio de la Iglesia vietnamita desde sus orígenes es mucho más amplia y compleja.
A partir de 1533, esto es, del inicio de la predicación cristiana en el Sudeste Asiático, la Iglesia en Vietnam sufrió, a lo largo de tres siglos, varias persecuciones que se sucedieron, con algunas treguas, como las que afectaron la Iglesia en Occidente en los primeros tres siglos de vida.
Millares de cristianos fueron mandados al martirio, y muchísimos son aquellos que murieron en las montañas, las florestas, los territorios insalubres donde fueron exilados».
Una vez más es la sangre de mártires, generando nuevos cristianos, ayer, hoy, siempre.
(JSG)
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