Proyectan la vida del Rey David en los muros de Jerusalén

Jerusalén (Lunes, 25-06-2018, Gaudium Press) Un espectáculo de luz y sonido que trasporta a episodios del Antiguo Testamento es el que se desarrolla por estos días en Jerusalén con la proyección de la vida del Rey David en los muros de la Ciudad Santa. Se trata de una iniciativa que combina las nuevas tecnologías con episodio bíblicos, y brinda una completa catequesis deleitando los sentidos.

La propuesta audiovisual fue puesta en marcha por el Museo de la Torre de David, y se viene presentando en el museo, situado a unos kilómetros de la Ciudad Vieja, momentos después de la puesta de sol.

«Es una increíble producción que une cine, arte, animación, música (…) Todo en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Estamos utilizando una tecnología de proyección láser de vanguardia, procedente de Inglaterra. Es impagable ver las paredes iluminadas en 35 millones de píxeles, 250.000 lúmenes, por 10 kilómetros de cables que rodean el lugar, además de 18 proyectores que permiten al público disfrutar de este espectáculo», explicó Caroline Shapiro, a cargo de las Relaciones Públicas Internacionales del Museo Torre de David, en entrevista con el ‘Christian Media Center’, medio de comunicación de la Custodia de Tierra Santa.

Se trata de una iniciativa que combina las nuevas tecnologías con episodio bíblicos, y brinda una completa catequesis deleitando los sentidos / Fotos: Tower of David Musem.

La proyección, pasa por varios momentos de la vida del Rey David, contenidos en las Sagradas Escrituras.

A propósito de esta proyección el ‘Christian Media Center’ entrevistó a Fray Frédéric Manss, Ofm, del ‘Studium Bibiblicum Franciscanum’, quien habla de la relevancia del Rey David refiriéndose a él como aquel prototipo del Mesías, que al igual que Jesús, nació en Belén, y se convertiría en el rey de Israel:

«Samuel vino a Belén y mandó llamar al padre -de David-, Jesé, para que le presentara a sus hijos. Ninguno de los que Jesé presentó fue el elegido. ‘¿No hay ninguno más?’, preguntó Samuel. ‘Sí’, respondió el padre de David. ‘El pequeño está con el rebaño, el pequeño pastor’. ‘Llámalo’. Y cuando Samuel lo vio dijo: ‘Este es el elegido del Señor’. Recibió la unción del Señor y pronto el Espíritu del Señor se posó sobre él y el Espíritu no lo dejó nunca más».

Fray Manss también se refiere a una analogía interesante entre el Rey David y Jesucristo, de acuerdo con la tradición cristiana: «El texto dice: Era pelirrojo, tenía el cabello rojo (…) Jesús no tenía el cabello pelirrojo, pero los padres de la Iglesia dirán que los tuvo cuando se le colocó en la cabeza la corona de espinas, a causa de la sangre».

Parte importante del rodaje en los muros de la Ciudad Vieja es la proyección e interpretación musical de los salmos atribuidos al Rey de Israel, quien incluso bailaba en alabanza ante el Arca de la Alianza, un aspecto del que habla asimismo el franciscano: «Cuando bailaba, Mihal, su mujer, se burlaba de él. ‘¿Qué estás haciendo?’ Lucas recordará esta tradición cuando Isabel irá a encontrarse con María: El pequeño Juan Bautista en el seno de Isabel bailaba como David».

Tampoco puede faltar el episodio de la batalla frente al gigante Goliat, donde David salió victorioso pese a su aparente desventaja. Fray Manss hace una analogía de este pasaje bíblico con la Iglesia: «El padre de la Iglesia Hipólito de Roma, cuando comenta esta página, dice: ‘Los cristianos somos una pequeña minoría en el mundo que es pagano, que ha vuelto al paganismo. No debemos ponernos la armadura de Saúl haciendo planes y proyectos. No sirve, solo nos bloquea. Debemos tomar el bastón. El bastón es el símbolo de la Cruz de Cristo que ha muerto por nosotros, por nuestra justificación».

El espectáculo de luces y sonido tiene una duración de 45 minutos, comienza con una caminata por el patio de ingreso. Las entradas se adquieren desde la web del Museo Torre de David.

Con información del Christian Media Center.