Londres (sábado, 30-06-2018, Gaudium Press) Un reciente fallo de la Corte Suprema de Inglaterra introdujo el derecho de las parejas a contraer una unión civil en lugar de un matrimonio al analizar un caso de un hombre y una mujer que afirmaron tener objeciones ante «el legado del matrimonio». Por este motivo, el Obispo de Northampton, Inglaterra, y encargado de Matrimonio y Vida Familiar de la Conferencia de Obispos de Inglaterra y Gales, Mons. Peter Doyle, realizó una declaración en la cual recuerda la importancia del Sacramento del Matrimonio para los creyentes y la sociedad en su conjunto.
«El matrimonio es una respuesta en amor fundamentada finalmente en el llamado de Dios, quien es amor», recordó el Obispo. «Las parejas entran al vínculo del matrimonio como compañeros iguales quienes mutuamente y libremente se dan y se reciben el uno al otro». La aclaración del prelado busca responder a las objeciones de la pareja demandante, quienes aseguraron que el matrimonio estaría vinculado a la noción de tratar a la mujer como una propiedad.
El prelado recordó que la Iglesia impone condiciones para garantizar la autenticidad de la unión y la libre voluntad de los contrayentes. «Dios bendice el vínculo matrimonial sólo cuando la pareja intercambia su consentimiento libremente y sin condiciones. Esperamos que la sentencia de hoy no aleje a las personas de este compromiso sagrado y vitalicio».
La sentencia de la Corte Suprema fue criticada por demeritar el valor del matrimonio y el concepto mismo de los derechos humanos a los que apela, como lo expuso un profesor de leyes de la Universidad de Swansea, Andrew Tettenborn, a Catholic Herald. «Hay buenas razones para valorar el matrimonio como Sacramento. Éste es una unión para toda la vida y una comunidad de vida y de amor (…). Si estas características faltan entonces solamente tenemos una mera cohabitación cooperativa», alertó. «No hay nada en su interior; sugerir que es de alguna manera inherente la dignidad humana el que una persona pueda ser capaz de desentenderse de los compromisos del matrimonio y todavía pretender tener un estatus conmensurado es disfrazar la cohabitación como algo que no es y devaluar el matrimonio mismo».
Con información de Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales y Catholic Herald.
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