En Nicaragua se asesinan niños; el Papa se preocupa por el país

Roma (Lunes, 02-07-2018, Gaudium Press) Sí, el mundo entero va conociendo que en Nicaragua se han asesinado niños, en las represiones a las manifestaciones contra el gobierno que continúan en todo el país. Se calcula que hasta el momento han sido asesinados 20 menores. Y que la cifra total de muertes en dos meses de protestas gira alrededor de 300 personas.

Lo que alcanza un cierto paroxismo es que el mismo día en que el Cardenal Leopoldo Brenes se entrevistaba con el Papa para informarle algunos detalles de una situación que él ya conocía, y el mismo día en que en Nicaragua se realizaba la Marcha de las Flores para deplorar la muerte de los niños, ese día en esas manifestaciones se asesinaba otra persona y se herían otras nueve. Y de acuerdo a diversas fuentes, al día siguiente domingo, cuando el Papa Francisco también recordaba a Nicaragua en el Ángelus, se asesinaban 7 personas más y herían a muchas otras.

Breves de la entrevista del Cardenal Brenes con el Pontífice

El papa está «preocupado» por la «dolorosa» crisis en Nicaragua, dijo el Cardenal Brenes tras su reunión con Francisco el sábado pasado. Una crisis de la cuál «está muy bien informado». «Ha manifestado la cercanía con nosotros y ha pedido que siempre estará pendiente y que contemos siempre con su cercanía y en especial con sus oraciones», señaló el purpurado. Y de hecho, al día siguiente, después del Ángelus dominical, el Pontífice renovó su «oración por el amado pueblo de Nicaragua», y quiso unirse «a los esfuerzos que están realizando los Obispos de este país y tantas personas de buena voluntad, en su rol de mediación y testimonio para el proceso de diálogo nacional en curso en el camino a la democracia».

Mañana reinicia la sesión plenaria del diálogo nacional convocado por la Iglesia. Se insistirá en que el presidente nicaragüense responda la petición concreta de los obispos de un adelanto de elecciones para marzo del próximo año y de nombramiento de nuevos jueces electorales y de la Corte Suprema de Justicia. Y, particularmente, el pedido cada vez más secundado por la comunidad internacional, de que cesen las violentas represiones.