viernes, 22 de noviembre de 2024
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Consistorio para la canonización del Beato Nunzio Sulprizio, laico

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 11-07-2018, Gaudium Press) El Papa Francisco presidirá el jueves, 19 de julio próximo, a las 10:00 horas, en el Salón del Consistorio del Palacio Apostólico en el Vaticano, la celebración de la Hora Tercia y el Consistorio Ordinario Público, para la Canonización del laico Beato Nunzio Sulprizio.

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Nunzio Sulprizio fue beatificado por el Papa Juan XXIII, el 7 de marzo de 1963, cuando el entonces, Papa promulgó el decreto que aprobaba los milagros reconocidos para la beatificación del laico siervo de Dios.

Pero, Juan XXIII no presidió la ceremonia de Beatificación porque, poco después, él falleció.

Entonces, la proclamación de Beato fue realizada el 1º de diciembre por su sucesor el Papa Pablo VI, que en la ocasión, el 1º de diciembre, lo hizo bajo «aclamaciones de los Padres Conciliares y del pueblo», como escribió en la ocasión el L’Osservatore Romano.

El diario oficioso del Vaticano informó también que el Pontífice resaltó: «El joven Sulprizio es el beato de nuestra edad», e invitó a todos a «hacer amistad con este querido Beato y pensar humildemente cómo debemos aproximarnos a su conversación celestial y cómo podemos seguir también su itinerario terrestre».

Beato Nunzio Sulprizio

Nunzio nació el 13 de abril de 1817, en Pescosansonesco, en la Provincia de Pescara, en Italia.

Huérfano de padre y madre, pasó a ser criado y educado por su abuela materna.

El Beato tenía apenas nueve años cuando fue recibido como aprendiz en el taller de su tío Domenico Luciani, que era herrero y carpintero.

El niño tuvo que sujetarse a un trabajo difícil, pesado y por encima de sus fuerzas.

No demoró mucho para que el joven se enfermase.

Él pasó a presentar un problema de salud con la tibia izquierda y tuvo que ser hospitalizado en L’Aquila, donde tuvo que estar convaleciente por tres largos meses.

Vivió todavía con su tío Domenico en el taller por seis años más.

En seguida, en 1832, se mudó para Nápoles, a pedido de otro tío, Francesco Sulprizio. En Nápoles, conoció un militar, el Coronel Felice Wochinger, que se interesó por él y pasó a tratarlo como hijo, protegiéndolo y buscando favorecerle la salud.

Él fue asistido inicialmente en el hospital de los incurables y más tarde en el Marchio Angioino, transformado en cuartel.

Entretanto, la enfermedad avanzaba implacablemente, y los médicos pensaban en amputar su pierna. Un procedimiento que los médicos desistieron de realizar debido a la extrema debilidad del joven, que murió el 5 de mayo de 1836, a los 19 años.

A pesar de todas las desventuras y sufrimientos, Nunzio era metódico en todo. Él estableció una regla de vida la cual observaba fielmente, intentando evitar hasta incluso los menores defectos, empeñándose en el trabajo, aún con el sufrimiento que eso le costaba.
León XIII, al emitir el decreto sobre la heroicidad de las virtudes, lo propuso como modelo de la juventud obrera. (JSG)

(De la Redacción de Gaudium Press con informaciones de «Familia Cristiana»)

 

 

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