Ciudad del Vaticano (Martes, 13-10-2009, Gaudium Press) Zygmunt Szsczesny Felinski (arzobispo polaco), Francisco Coll y Guitart (religioso español), Jozef Damian de Veuster (misionero belga), Rafael Arnáiz Barón (religioso español) y Marie de la Croix (Jeanne) Jugan (religiosa francesa). Estos son los cinco nuevos santos de la Iglesia Católica, canonizados el domingo pasado por el Papa Benedicto XVI.
Con la nueva condición, los religiosos pasan ahora a poder ser venerados por fieles de todo el mundo, al contrario de lo que sucede cuando son beatos, cuyo culto es reservado a las comunidades diocesanas particulares.
La misa fue presidida por el Papa en la Basílica Vaticana alrededor de las 10:00 horas de la mañana de ayer domingo, con la participación de peregrinos venidos de todas partes del mundo, especialmente de los países de origen de los nuevos santos. Las personas que no pudieron entrar a la Basílica asistieron a la ceremonia por medio de pantallas gigantes instaladas en la Plaza de San Pedro. Después de la misa, el Papa saludó a los fieles y recitó la oración del mediodía del Ángelus.
La misa de la canonización contiene, además de los momentos regulares de la celebración eucarística (ritos de introducción, Liturgia de la Palabra, Liturgia Eucarística, ritos de conclusión), la presentación oficial de los «canonizandos», que es siempre realizada por el prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos. Enseguida, el canto de la «Letanía de los Santos», iniciado por el Santo Padre, que sigue a la recitación de la «fórmula de canonización» – el momento más importante de la ceremonia, que efectivamente promulga a los nuevos santos de la Iglesia.
Celebraron la misa con Benedicto XVI 7 cardenales, 9 arzobispos, 14 obispos y 20 sacerdotes. Entre los 50 concelebrantes, estaban también los cinco obispos de las Causas de Canonización: cardenal Godfried Danneels, arzobispo de Mechelen-Brussel, Mons. Kazimierz Nycz, arzobispo de Varsovia, Mons. Pierre D’Ornellas, arzobispo de Rennes, Mons. Román Casanova, obispo de Vic, y Mons. Ignacio José Munilla Aguirre, obispo de Palencia. Además, estaban presentes también dos secretarios personales del Papa Juan Pablo II: el Card. Stanislaw Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia, en Polonia, y Mons. Mieczyslaw Mokrzycki, arzobispo de los latinos de Lviv, en Ucrania.
Los nuevos santos
En la homilía, entregada en diversas lenguas (italiano, polaco, español, flamenco y francés), el Papa se concentró en el testimonio de vida de los nuevos santos, completamente dedicados a Cristo:
«Zygmunt Szczesny Felinski, arzobispo de Varsovia, fundador de la congregación de las Franciscanas de la Familia de María, fue un gran testimonio de fe y caridad pastoral en tiempos muy difíciles para la nación y para la Iglesia en Polonia», observó el Papa.
Sobre Francisco Coll y Guitart, sacerdote de la Orden de los Frailes Predicadores (dominicos), fundador de la Congregación de las Monjas Dominicas de la Anunciación de la Beata Virgen María, Benedicto XVI dijo que «su actividad evangelizadora comprendía una gran dedicación al sacramento de la reconciliación, con particular énfasis en la Eucaristía y una constante insistencia en la oración».
Jozef Damian de Veuster, sacerdote de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María y de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento del Altar había dejado su patria, Bélgica, para desarrollar su misión en las Islas de Hawai entre portadores de lepra, dijo el Papa. Trabajó sin temor, hasta cuando se vio contagiado de la misma enfermedad. «El servidor de la Palabra se torna así un servidor sufrido, leproso con los leprosos, durante los últimos cuatro años de su vida», dijo el Santo Padre.
Rafael Arnáiz Barón, religioso de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia, a su vez, es un ejemplo de «joven rico» que no prestó «adhesión a los bienes materiales y [a] los otros objetivos que la vida del mundo propone siempre con insistencia». Según el Santo Padre, él «respondió sí a la propuesta de seguir a Jesús, de modo inmediato y decidido, sin límites ni condiciones». El a partir de ahora San Rafael deberá ser escogido patrono de los Días Mundiales de la Juventud.
Marie de la Croix (Jeanne) Jugan, virgen, fundadora de la Congregación de las Pequeñas Hermanas de los Pobres, «tomó para sí el cuidado de la dignidad de sus hermanos y hermanas en la humanidad, hechos vulnerables por la edad, reconociendo en ellos la propia persona de Cristo», comentó el Papa.
Para la ceremonia de canonización, tradicionalmente vienen a Roma delegaciones de los países de los santos. De Bélgica, dirigían el grupo los monarcas Alberto II y Paola, de Polonia, el presidente de la República, Lech Kaczynski, de Francia, el primer ministro francés Fillon, de España, el Ministro del Exterior, Miguel Ángel Moratinos. Había también una delegación de los Estados Unidos, representada por el nuevo embajador del país junto a la Santa Sede, Miguel Humberto Díaz, y el senador de Hawai, Daniel Kahikina Akaka, en honra a San Jozef Damiaan de Veuster, quien fue misionero en las islas hawaianas.
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