Kiev (Miércoles, 18-07-2018, Gaudium Press) El Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco Católica Ucraniana, Mons. Sviatoslav Shevchuk, presidió la Eucaristía de la Peregrinación Nacional a Zarvanytsia por los 1030 años de cristianización de la Rus de Kiev. En la peregrinación participaron creyentes greco católicos ucranianos de todo el país, además de Europa, Estados Unidos, Canadá, Argentina y Australia. Entre los presentes se encontraba el Cardenal Gualtiero Bassetti, Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, los principales jerarcas greco católico ucranianos, el Presidente de Ucrania, Petro Poroshenko y más de 100 mil fieles laicos.
Mons. Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco Católica Ucraniana, durante la Peregrinacón Nacional a Zarvanytsia. Foto: Iglesia Greco Católica Ucraniana. |
«Hemos llegado aquí desde varias partes de Ucrania y de todo el mundo para celebrar el aniversario 1030 del bautismo de Ucrania» predicó Mons. Shevchuk. «Hoy en Zarvanytsia, agradecemos por el hecho de que precisamente en nuestra Iglesia por 1030 años hemos estado transmitiendo el don de la fe cristiana en nuestras familias, de un corazón fiel a otro». El prelado destacó la fe como «el mayor tesoro de nuestra gente» y agradeció a Dios el haber heredado los beneficios del Santo Bautismo de San Volodymyr, el Rey que se hizo Cristiano y que dio inicio a la civilización ucraniana y rusa.
El Arzobispo Mayor hizo hincapié sobre el papel de la Iglesia, que al convirtió en la voz del pueblo en momentos en que había sido silenciado y se le había negado su derecho a existir. «Nuestra Iglesia permitió a cada ucraniano tocar a Jesús en los tiempos soviéticos», recordó. «Pues exactamente fue nuestra Iglesia la que se convirtió en el más grande grupo de oposición social a las autoridades comunistas ateas. Logramos sobrevivir, mantenernos unidos como un solo pueblo en medio de la olla hirviente del llamado ‘pueblo soviético’. Reinamos supremos como Iglesia por encima del régimen ateo sin Dios».
El prelado también hizo énfasis en que los peregrinos se congregaran en el Santuario Mariano de Zarvanytsia, «con nuestra Madre, que nunca nos abandonó. Para orar en frente de su icono milagroso, de un icono que da testimonio de todas las tribulaciones mencionadas», afirmó Mons. Shevchuk. «Pidamos a la Madre de Dios, para que a través de sus oraciones, a través de su protección y de las oraciones de los corazones fieles de nuestra Iglesia, el Señor toque a nuestro pueblo para que lo que pedimos y soñamos se convierta en nuestra realidad»
Con información de RISU.
Deje su Comentario