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Madrid (Jueves, 26-07-2018, Gaudium Press) El Cardenal Arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, ha invitado este año a los jóvenes a peregrinar a los santuarios de Liébana, y Covadonga, y a ir también a Santiago de Compostela. Alrededor de 350 muchachos han atendido el llamado del Cardenal, en peregrinaciones que se desarrollan del 20 al 30 de julio. El Cardenal Osoro acompañará a los jóvenes en algunos días durante unos tramos de la peregrinación.
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| Catedral de Santiago de Compostela |
El Camino de Santiago, el recorrido más realizado
El año pasado más de 300.000 peregrinos hicieron algo del Camino de Santiago y arribaron a la Catedral compostelana. De ellos, 17.000 provenían de Madrid.
Existen en Madrid dos lugares donde se pueden obtener las credenciales para realizar el camino: la Asociación de Amigos del Camino y la parroquia de Santiago, una iglesia en el centro de la capital española. Actualmente, cada año, 13.000 peregrinos visitan esta parroquia para encomendar su viaje a Santiago de Compostela. Muchos buscan obtener la credencial, y otros simplemente desde allí comienzan la peregrinación. Sobre todos ellos habló el párroco, P. Carlos Cano.
«Es una pastoral muy linda, porque tienes la oportunidad de entrar en contacto con muchas personas que tienen una visión de la Iglesia cargada de prejuicios. Por eso, cuando vienen aquí y nos conocen, la gente se va contenta y cambia el concepto que tenía. Si les das una oportunidad de hablar de muchas cosas, en un diálogo informal, con una acogida cariñosa, la gente entonces se abre, y hay quien se echa a llorar contándote su historia. La parroquia es un punto donde la gente se puede encontrar con la Iglesia en su versión más acogedora, expresó el P. Cano.
A los peregrinos, la parroquia de Santiago los invita a la Misa en la que se ofrece la bendición del peregrino. Y también los invita a que cuenten su experiencia después de que regresan del Camino. A quienes acceden a contar su testimonio, la parroquia les concede el título de la Santiagueña matritense, lo que ocurre los segundos domingos de cada mes. Tras rezar la vísperas, «entramos en cuestiones importantes, muy vitales, sobre qué ha supuesto para ellos el Camino y cómo ha cambiado su vida. Hay testimonios más superficiales, pero también hay gente que se abre por completo. Cuando vuelven a Madrid después de haber hecho el Camino, muchos peregrinos lo viven como un sueño irreal que ha terminado; por eso queremos mantener viva la llama y que esto sirva para ir vinculando poco a poco a la gente con la parroquia, con la Iglesia. No es nada impositivo, sino muy natural, sin pretensiones. Vamos despacito y por el camino que Dios nos va marcando», explicó el sacerdote.
Sugerencias para mejorar la atención pastoral del Camino de Santiago
El P. Cano sugiere que se desarrolle «un plan de acción a nivel nacional por parte de la Iglesia» para aprovechar mejor la presencia de peregrinos en el Camino de Santiago. «Si cada diócesis enviara a un sacerdote a algún punto del Camino durante una semana, habría sacerdotes para confesar, predicar, animar, celebrar la Eucaristía… ¿Qué es lo que sucede actualmente? Que, como no hay sacerdotes, al final son los hospitaleros los que acaban haciendo de confesores».
Con información de Aica
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