La idolatría es un tema "de gran actualidad" dijo el Papa Francisco

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 01-08-2018, Gaudium Press) Retomando las audiencias generales de los miércoles, que estaban suspendidas durante las vacaciones de verano, el Papa Francisco trató hoy el tema de la idolatría, basado en la lectura del Éxodo que recuerda el establecimiento del primer mandamiento del decálogo: «No tendrás otros dioses frente a mí» (Ex 20,3). «No te fabricarás ídolos ni figura alguna, (…) no te postrarás ante ellos, ni les darás culto» (Ex 20,4-5).

El Pontífice dijo que este tema es de gran actualidad; hoy sigue vigente la idolatría: «El mandamiento prohíbe crearse ídolos o imágenes de cualquier tipo», explicó en primer lugar. «Porque todo -agregó- puede ser usado como ídolo». «Se trata de una tendencia humana que no ahorra ni a creyentes ni a ateos». La idolatría -señaló, citando el catecismo de la Iglesia Católica- no se refiere sólo al culto de los dioses falsos de la época del paganismo. Idolatría es divinizar lo que no es Dios.

«Uno puede crecer en una familia nominalmente cristiana, pero centrada, en realidad, en puntos de referencia ajenos al Evangelio», dijo. Los seres humanos siempre tienen algo que enfoca su vida.

«El ser humano, sea creyente o no, es propenso a crearse ídolos. La palabra ‘ídolo’ en griego viene del verbo «ver». Un ídolo es una ‘visión’ que llega a ser una fijación, una obsesión sobre algo que pudiera responder a las propias necesidades y, por tanto, se busca y se hace todo por alcanzarla, pensando que en ella está la felicidad».

Ídolos que «piden sangre», piden «culto»; pero que no dan la felicidad

Ídolos son la pasión exclusiva por la fama, la belleza, la carrera, el dinero. Son ídolos que «piden sangre», que piden un «culto», ídolos ante los cuáles «se sacrifica la propia vida», pero ídolos que no dan la felicidad.

«En cambio, el verdadero Dios -instruyó el Pontífice- no nos ofrece ilusiones ficticias ni hace despreciar el momento presente, sino que enseña a amar a los demás y a vivir la realidad de cada día». Reconocer las propias idolatrias, esos falsos dioses a los que rendimos culto, es un inicio de gracia que pone en el camino del amor, expresó el Pontífice.

El Papa concluyó su enseñanza invitando a reconocer y erradicar los ídolos que esclavizan nuestras vidas.

Con información de Vatican News