Managua (Jueves, 09-08-2018, Gaudium Press) Mons. Silvio José Baéz, obispo auxiliar de Managua: Hace pocos días, no eran muchos fuera de Nicaragua que conocían de su existencia. Pero su enérgica, pastoral y nutrida presencia en las redes sociales, particularmente twitter, y hechos valientes como los ocurridos en Masaya y Diriamba -donde junto con el Cardenal Leopoldo Brenes y el Nuncio apostólico en el país, rescataron personas que se habían refugiado en iglesias huyendo de la persecución policial y paramilitar- han dado a conocer a la opinión pública mundial a un interesante personaje que juega hoy un papel central en la historia de Nicaragua, y por sus derivaciones en la historia de América Central. De su experiencia de salvación en Masaya, dice que percibió con un brillo especial «cuán grande es la misión de la Iglesia». De su viaje a Diriamba, donde fue herido levemente en un brazo al interior de la iglesia, se preguntó «cómo era posible que haya gente con tanto odio, capaces de tanta violencia e irracionalidad».
Para muchos, Mons. Silvio J. Báez es aquel a quien particularmente no quiere el gobierno nicaragüense en la mesa de Diálogo Nacional.
Según informan diversas fuentes, la semana pasada el presidente Daniel Ortega envió a su canciller Denis Moncada a presionar junto a la Santa Sede la salida de varios obispos de la mesa de Diálogo Nacional. El funcionario gubernamental habría sido atendido por un oficial vaticano de rango medio, quien habría transmitido el apoyo del Papa al conjunto de los obispos que como Conferencia Episcopal ha mediado en el grave conflicto que vive Nicaragua. Pero no son pocos los que indican que el objetivo era sobre todo uno: sacar de esa mesa a Mons. Silvio Báez.
Desde que el pasado 18 de abril fueron publicadas reformas al sistema de seguridad social nicaragüense, el país entró en protestas que rápidamente fueron reprimidas de manera cruel por una combinación de fuerzas policiales y paramilitares. Ya al día siguiente de publicadas la nuevas medidas, Mons. Báez advertía el peligro de una confrontación a la más amplia escala: «Hago un llamado a Daniel Ortega y a su esposa para que detengan la violencia y la represión. ¡No pongan en peligro la paz del país! Sepan escuchar, dialoguen, tengan la madurez de rectificar tantos errores por el bien de Nicaragua. ¡Sean sensatos!», dijo el prelado.
Entretanto, las represiones continuaron y junto a ellas las firmes, ponderadas y pastorales manifestaciones de Mons. Báez, particularmente a través de su cuenta twitter, pero también a través de muchos otros medios, buscando el bien del pueblo nicaragüense.
A Mons. Báez le gusta el «Indio Viejo»
Pero, ¿quién es este obispo, por ejemplo, en su intimidad? Sabemos que le gusta la música clásica, «y me encanta también la música nicaragüense, siendo de Masaya me gusta la marimba, soy admirador de toda la música de Carlos Mejía Godoy y de muchos otros autores nicaragüenses. Soy muy selectivo en mi música, en realidad, si escucho música, escucho, música clásica o nicaragüense. De adolescente aprendí a tocar el piano ahora he perdido un poco de práctica», declaró en días pasados a Niú, un medio nicaragüense, del que tomamos algunos de sus rasgos.
Licenciado y Doctor en Sagradas Escrituras, Mons. Báez se ruboriza cuando le preguntan cuántos idiomas habla. Parece que son muchos, entre ellos griego bíblico, hebreo bíblico y arameo bíblico. «No me gusta decirlo porque da la impresión que uno se hace el importante», expresa entre sonrisas.
Natural de Masaya y de 60 años, Mons. Báez comenzó a estudiar en la Universidad Centroamericana -la que ha suspendido labores este mes de agosto por el no desembolso de recursos por parte del gobierno-, pero no finalizó ahí, pues decidió partir al seminario de los padres Carmelitas.
A Mons. Báez le gusta la literatura y privilegia a reconocidos autores latinoamericanos, también de su país. De comidas aprecia el «Indio Viejo» -«no lo perdono», dice- y recuerda que en su niñez practicó el beisbol al cual todavía siguen prestando alguna atención.
Como hombre fiel a sus raíces, dice que hubiera gustado de conocer a Santa Teresa de Jesús, «la fundadora de mi familia religiosa, de los padres carmelitas, porque ha iluminado, han conducido, ha enriquecido mi vida, no solo espiritual, sino humana de un modo extraordinario, me habría encantado tener una plática con ella larga, extendida sobre muchas cosas».
Y sobre Twitter, en el cuál es un experto al punto de ser llamado coloquialmente el ‘rey del Twitter de Nicaragua’, Mons. Báez tiene pensamientos profundos y para muchos novedosos: «Para mí, Twitter, no es un instrumento de evangelización, no es un medio para llegar a la gente, no es un instrumento para darme a conocer o dar a conocer mis ideas. Para mí, Twitter, es parte de la realidad, no lo considero como una realidad virtual, sino como una extensión del mundo real. Para mí, en las redes sociales, existen las personas, hoy la realidad, se ha expandido hacia lo virtual de las redes sociales ya es parte de la realidad. En las redes sociales hay personas, hay preguntas, hay sufrimiento, hay dolores, hay esperanza, ahí hay gente, entonces yo, como pastor, quiero estar donde está la gente, así como estoy en las parroquias, cuando visito comunidades, como atiendo a las personas, pues dedico mucho tiempo a las redes sociales especialmente Twitter porque ahí hay seres humanos».
Estos son algunos rasgos de este obispo, un pastor, también de carne y hueso. (SCM)
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