Baltimore (Viernes, 10-08-2018, Gaudium Press) ¿Qué pasa en Ucrania? A veces parece que el conflicto que se sigue desarrollando en el país es una maraña intrincada e inexplicable de fuerzas encontradas. Y en buena medida lo es, particularmente porque los hilos de las contiendas trascienden en mucho las fronteras del país, y alcanza no solo la esfera socio-política sino también la religiosa. Arrojando luz sobre estos asuntos -pero sobre todo, dando luces en medio de sombras-, estuvo Mons. Sviatolav Shevchuk, Arzobispo Mayor de Kiev-Galitzia y Primado de la Iglesia greco católica ucraniana, en discurso ofrecido el pasado 7 de agosto ante la convención de los Caballeros de Colón en Baltimore, EE.UU.
Mons. Sviatolav Shevchuk |
Las luchas que se desarrollan en el este de Ucrania constituyen «la más grande crisis humanitaria en el continente europeo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial», según el decir de Mons. Shevchuk. ¿De qué trata el prelado?
Contexto
Tras la anexión de Crimea por parte de Rusia, en el 2014, se generó un conflicto en Ucrania entre pro-rusos y no, lucha que trajo -entre varias otras terribles consecuencias- más de 10.000 personas muertas y alrededor de 1.600.000 de desplazadas, según datos proporcionados por las Naciones Unidas. También, el conflicto condujo a la posibilidad de graves desastres de tipo ecológico, que incluyen la contaminación de aguas potables a una escala comparable «al desastre del reactor nuclear de Chernobil de 1986», lo que dejaría a 4 millones de personas sin agua segura en la región.
Hay un cese al fuego vigente en Ucrania. Pero más parece un billete falso que algo vigente. Solo en una semana de julio pasado, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa reportó que dicho acuerdo fue violado más de 1.200 veces. Fuerzas militares no gubernamentales, que cuentan con el apoyo ruso, hacen imperar su ley en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, al punto que se le ha llamado a esta zona como la «pequeña Rusia» al interior de Ucrania.
La Iglesia, la mano caritativa de Cristo en donde ella se encuentre
Ante esa realidad, ¿qué hace la Iglesia? Muchas cosas, y los Caballeros de Colón son parte esencial de esa labor.
Mons. Shevchuk lo resume en la palabra ‘Diakonia’, término bíblico de origen griego que indica un servicio «al prójimo, cuidar a los afectados por la guerra, proporcionándoles orientación espiritual y, a menudo, servicio social».
«La caridad es un antídoto contra el egoísmo y la indiferencia. Yo diría que la caridad es también una clave para entender el éxito de los Caballeros de Colón en Ucrania», recalca el Arzobispo Mayor.
Hace cinco años se estableció el primer consejo de los Caballeros de Colón en el país. Entretanto, la expansión ha sido rápida, y la labor social realizada, gigantesca, especialmente en las regiones del este. Los Caballeros de Colón realizan campamentos de verano de rehabilitación para soldados heridos, veteranos de guerra y sus familias. Continuamente visitan hospitales, recaudan fondos para equipos de primeros auxilios, proveen sillas de ruedas para personas inválidas. También han realizado un campamento de verano para niños que viven en las proximidades de las zonas de guerra.
«Nuestra sociedad probablemente todavía no se da cuenta de la magnitud del trauma causado por la guerra y es por eso que, como Iglesia y como Caballeros de Colón, necesitamos invertir gran parte de nuestra energía y recursos en el campo de la rehabilitación, con el fin de curar las heridas de nuestra gente», dijo Mons. Shevchuk.
Hay muchas cosas por hacer, pero la Iglesia está ya haciendo bastante. (SCM)
Con información de Crux
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