Lima (Lunes, 13-08-2018, Gaudium Press) La Basílica del Santísimo Rosario del Convento de Santo Domingo en Lima, se prepara para celebrar a «la primera flor de santidad de América»: Santa Rosa de Lima. Los homenajes comenzarán el 21 de agosto, y se extenderán hasta el día 30, solemnidad de la santa.
De acuerdo con la programación presentada por el Convento de Santo Domingo, donde se hallan los restos mortales de Rosa de Lima, los tributos a la patrona de Perú estarán marcados por las misas de novena, que acogerá el templo dominicano desde el 21 al 29 de agosto a las 7:00 p.m.
Momento especial será el viernes 24 de agosto con la Misa solemne por los 401 años del fallecimiento de la santa, que ocurrirá a las 7:00 p.m. Tras la Eucaristía, a las 8:00 p.m., se proyectará en la Basílica el documental «Una Rosa para el Mundo», del cineasta peruano Luis Enrique Cam.
Ya el miércoles 29 de agosto, a las 4:00 p.m., tendrá lugar la procesión de traslado de la imagen de Santa Rosa, partiendo del Convento de Santo Domingo hacia la Basílica Catedral de Lima. Allí, a las 5:30 p.m. ocurrirá el rezo de las Vísperas Solemnes.
La solemnidad de Santa Rosa de Lima se celebrará en grande en la Catedral con una Misa y Procesión que tendrá lugar el 30 de agosto. Durante el recorrido procesional la imagen de la «flor de santidad» visitará el Santuario Nacional de Santa Rosa de Lima, la Iglesia de San Sebastián y el Santuario de las Nazarenas.
Santa Rosa de Lima, cuyo nombre de pila era Isabel Flores de Oliva, nació en la capital peruana el 20 de abril de 1586. Desde pequeña, demostrando gran amor a Dios, se consagra al Señor con voto de Virginidad; y en su temprana juventud, inspirada por Santa Catalina de Siena, en el año 1606, se inscribe en la Orden Seglar Dominicana, todo con el fin de darse más plenamente a la perfección evangélica.
Estimulada por un espíritu de «oración secreta», se recluye en una pequeña ermita que construyó en el huerto de sus padres. Allí dedica gran parte del tiempo a la contemplación, y a la oración; que era una de sus más grandes preocupaciones. Por esta razón también dedica tiempo animando a los sacerdotes para que cautivasen a los fieles hacia el amor a la oración.
Desde su ermita ofrece igualmente penitencia por la salvación de los pecadores y la conversión de los indios. Por unos quince años soporta gran aridez espiritual, que ofrece en purificación de las almas; y fue gran testimonio de misericordia con los más vulnerables. También promovió la piedad Eucarística y el Santo Rosario, que propagaba con gran celo.
Dios la llamó consigo cuando contaba con solo 31 años: era el 24 de agosto de 1617. Su canonización llegó temprano: el 12 de abril de 1671 por el Papa Clemente X. Convirtiéndose entonces en la primera santa de América.
Ver también:
Miniserie sobre Santa Rosa de Lima sobrepasa las fronteras de América Latina
Con información de Basílica del Santísimo Rosario del Convento de Santo Domingo en Lima y dominicos.org.
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