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Ciudad del Vaticano (Jueves, 16-08-2018, Gaudium Press) «Me uno a la oración de agradecimiento a los fieles de la Diócesis de Plock y de toda la Iglesia en Polonia, que dentro de poco, en Rostkowo, lugar de nacimiento del Santo, participarán de las celebraciones centrales del Año a él dedicado».
Este es el trecho inicial del Mensaje enviado por el Papa Francisco a Mons. Piotr Libera, Obispo de Plock, en Polonia, llevando en consideración que, este miércoles, día 15 de agosto, Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, se conmemora el 450º aniversario de la muerte de San Estanislao Kostka.
Dice el Papa: «Con apenas 18 años, este alumno del noviciado jesuita en Roma, uno de los hijos más excelentes de su país y de la Compañía de Jesús, concluyó su peregrinación terrestre».
Francisco tiene la intención de alcanzar a los jóvenes y, por eso, dirige sus palabras especialmente a ellos de quien San Estanislao es patrono.
El Papa recordó las palabras de San Juan Pablo II en la Iglesia de Sant’Andrea al Quirinale en la veneración de las reliquias del Santo (13 de noviembre de 1988) – que comparó el camino de su breve vida «a una gran corrida campestre rumbo a la meta de la vida de cada cristiano, que es la santidad».
«Sé que muchos de ustedes – dijo el Papa – hacen en septiembre la peregrinación a pie de Przasnysz a Rostkowo, desde el lugar de su bautismo al lugar de su nacimiento. Es por así decir, la primera etapa de este «caminar» de Estanislao hacia su santidad»:
«Animo a ustedes a recordar, no solamente durante esta caminata, sino en todas las estradas de su vida cotidiana, que también ustedes son capaces de realizar esta ‘caminata’. También ustedes son impregnados por el amor de Cristo y fortalecidos por su gracia. ¡Sean corajudos! El mundo tiene necesidad de su libertad de espíritu, de su mirada confiada al futuro, de su sed de verdad, de bondad y de belleza».
El Pontífice hizo votos de «que San Estanislao les enseñe, antes que nada, la amistad con Jesús, a leer y meditar su palabra y acoger en la Eucaristía su presencia misericordiosa y poderosa (…)
Que les enseñe a no tener miedo de arriesgar y de los sueños de la verdadera felicidad, cuya fuente y garantía es Jesucristo».
El mensaje del Papa concluye con el pedido de intercesión de San Estanislao Kostka sobre todos los obispos, sacerdotes, fieles y especialmente los jóvenes de la Iglesia en Polonia.
San Estanislao Kostka
Hijo de una importante familia noble polaca, Estanislao Kostka nació en el Castillo de Rostków, en la Comuna de Czernice Borowe, en Polonia.
A los 13 años fue a estudiar al colegio de los jesuitas en Viena, donde demostró vocación a la vida religiosa, pidiendo entonces para ingresar a la Compañía de Jesús.
Siendo menor de edad, la Compañía solicitó la autorización del padre, que se opuso firmemente a su ingreso en una orden religiosa.
Decidido a tornarse un religioso de la Compañía de Jesús y teniendo como consejero al confesor de la Emperatriz, el jesuita portugués, Padre Francisco Antônio, el joven acabó por huir secretamente, disfrazado de mendigo, a la casa de los jesuitas en Dillingen an der Donau, Alemania. Estanislao fue acogido por el superior, que era, nada más nada menos, San Pedro Canisio.
Cuando supo de la fuga y del acogida de su hijo el padre de Estanislao amenazó expulsar a los jesuitas de Polonia, pero el joven se mantuvo firme en sus propósitos no desistiendo de su deseo y dando continuidad a los intentos que había iniciado.
Con 17 años fue a estudiar filosofía en la Ciudad Eterna en el Colegio Romano -el mismo que dio origen a la actual Universidad Gregoriana de Roma- y concluir su tiempo de noviciado.
Luego que llegó a Roma, se manifestó en él una grave enfermedad que acabó por llevarlo a una prematura muerte.
Estanislao tenía entre 17 y 18 años cuando, en el día de la Asunción de Nuestra Señora, 15 de agosto, entregó su alma a Dios. (JSG)
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