Menú 
Beijing (Viernes, 17-08-2018, Gaudium Press) El analista y director de la agencia AsiaNews, P. Bernardo Cervellera, hizo un análisis del documento publicado por la Conferencia de Obispos de la Iglesia Católica en China, organización controlada por las autoridades civiles y perteneciente a la llamada «Iglesia oficial», en el que se expone un plan a cinco años para adaptar la Iglesia Católica local a los parámetros de las autoridades chinas, en un proceso descrito bajo el término «sinización» (ver noticia anterior).
 |
| La Iglesia en China enfrenta crecientes dificultades en un panorama cada vez más complejo para la libertad religiosa. Foto: Church Leaders. |
Para el sacerdote, el plan quinquenal «aumenta el control físico ejercido sobre los miembros de la Iglesia (Obispos, sacerdotes, laicos) y además, el control sobre la cultura, la teología, la doctrina social, el arte, la arquitectura y la liturgia». Esta nueva realidad que afectará a las comunidades oficial y subterránea es altamente preocupante: » Toda la Iglesia china está a punto de entrar en una nueva y gran prisión, a través del uso de una palabra mágica: sinización, es decir, la asimilación de la cultura y la sociedad chinas y, sobre todo, la sumisión al Partido».
El plan quinquenal fue elaborado a nivel nacional para servir de modelo a los planes locales que cada Diócesis está obligada a presentar como cumplimiento a las obligaciones frente a las autoridades civiles. Para el P. Cervellera el plan es esencialmente político. «En el documento de 15 páginas de extensión se menciona una sola vez la palabra ‘Jesucristo’; la palabra ‘Evangelio’ aparece 4 veces, 5 son las apariciones del término ‘Partido Comunista’, y ‘Asociación Patriótica’ se menciona 15 veces». El sacerdote tuvo acceso al documento original en chino a través del Card. Joseph Zen, Obispo emérito de Hong Kong.
Las condiciones que la religión debe cumplir para seguir existiendo en China incluyen la sumisión al Partido Comunista, la integración a la cultura china, el desarrollo de una teología marcada por el pensamiento chino, la reinterpretación de la historia de la Iglesia en China, la inclusión de expresiones litúrgicas chinas y adaptar la arquitectura, pintura y música sacra a los estilos locales, bajo la supervisión de la oficialista Asociación Patriótica y el Consejo de Obispos. Estas organizaciones tendrán poder para «corregir», «generar consenso», y «hacer frente a quien se oponga», según el documento.
Apartes polémicos del plan hablan de «aceptar el liderazgo del Partido comunista chino» y aplicar «los valores centrales del socialismo» como parte de la evangelización y la pastoral. La inculturación del Evangelio en China es una labor ya realizada por la Iglesia desde los inicios de la predicación en el país y las imposiciones de estilo para los templos contrasta con las preferencias de los edificios civiles de estilo occidental como los modernos rascacielos y otras estructuras. El empleo de este tipo de directivas como arma de discriminación contra la fe se ha expresado en la reciente oleada de demoliciones de símbolos cristianos y templos en varias provincias.
«El temor es que este impulso hacia la sinización pase a ser un encadenamiento y un control sobre las producciones teológicas, históricas, sociales, artísticas de los católicos», denunció el P. Cervellera. La parcialización impuesta podría conducir por ejemplo a la ocultación de realidades como la cruenta persecución de la Iglesia en la llamada «Revolución Cultural» de mediados del siglo XX. «En poco tiempo más, podremos tener libros de historia debidamente esterilizados y adaptados a voluntad del príncipe, tal como marca la tradición china imperial».
Para el analista, la impresión general es la de un programa eminentemente político con escaso contenido religioso. «Además, si se menciona continuamente la ‘la AP (Asociación Patriótica) y el CDO (Consejo de Obispos)’, todo el poder está completamente del lado de la ‘AP'», alertó el sacerdote.
Con información de AsiaNews.
Deje su Comentario