París (Martes, 21-08-2018, Gaudium Press) Los sacerdotes africanos son de gran apoyo para el sostenimiento de comunidades católicas en Europa en medio de una escasez de vocaciones generalizada. Sin embargo, un número indeterminado de ellos se encuentra en el continente europeo sin permiso de sus Obispos locales en África. Esto plantea una notable desafío para las diócesis y para la preservación de la relación entre el clero y las autoridades eclesiásticas.
Los sacerdotes africanos prestan un creciente e invaluable apoyo a la Iglesia en Europa. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press. |
Según un análisis publicado por Catholic Herald, 1.800 sacerdotes extranjeros se encuentran en Francia y la mayoría de ellos provienen de antiguas colonias francesas en África. Mientras que este número de sacerdotes corresponde a casi la quinta parte del total de clérigos, un número no establecido de ellos no cuenta con la debida autorización de los Obispos de sus diócesis de origen.
«La situación está empeorando y tenemos que alzar la voz y tomar una posición común de manera que las diócesis anfitrionas de nuestros sacerdotes comprendan nuestra posición», indicó el Presidente de la Conferencia de Obispos de Costa de Marfil, según reportó el informativo católico La Croix. «Una vez que un sacerdote está en una misión, el Obispo anfitrión necesita asegurarse de que haya sido genuinamente enviado por su propia diócesis y no llegó a través de algún otro medio. Si vamos a trabajar juntos por la evangelización de nuestros respectivos países, también tenemos que respetar los derechos mutuos»
Los sacerdotes que se encuentran en Europa de manera irregular padecen grandes dificultades. Muy probablemente deben enfrentar los desafíos propios de la adaptación a una nueva cultura y los problemas eventuales de racismo. Además muchos de ellos deben apoyar a sus familias en sus países de origen y requerirían apoyo para poder regresar a su patria. La situación de estos sacerdotes frente a la Iglesia continúa siendo compleja ya que, incluso cuando llegan a adquirir una ciudadanía europea, su ministerio permanece vinculado a su Obispo de origen, a quien deben obediencia.
La situación está siendo discutida entre las autoridades eclesiásticas de los países de origen y las de destino y algunos Obispos que han recibido apoyo del clero africano han hecho notar que todos sus sacerdotes cuentan con la debida autorización de las diócesis de origen. «Mi propio país fue evangelizado por misioneros franceses y su trabajo está dando fruto ahora que llevamos en la fe de vuelta a Francia», indicó a Catholic Herald el Padre Joseph Longo, sacerdote que realiza su ministerio de manera legítima en Francia. «Como un africano estoy sorprendido de la indiferencia hacia la religión aquí, pero aún se encuentra bastante buena voluntad y no he tenido dificultad en ser aceptado».
Con información de Catholic Herald.
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