Cracovia (Viernes, 24-08-2018, Gaudium Press) Los padres de San Juan Pablo II, Karol Wojtyla y Emilia de Kaczorowski, podrían pronto ser declarados santos. Por lo menos este es el deseo que desde hace un tiempo lleva en el corazón el Cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo Emérito de Cracovia y exsecretario personal del Papa polaco, quien durante una homilía a finales de julio habló públicamente sobre el tema por primera vez.
Para el purpurado, el hijo menor de los esposos Wojtyla -Juan Pablo II- se convirtió en un gran Papa y santo gracias a sus padres: «No hay duda que la actitud espiritual del futuro Papa y santo se formó en la familia, gracias a la fe de los padres», indicó, según cita GOSC.PL.
Karol Wojtyla y Emilia de Kaczorowski el día de su boda / Foto: Public Domain. |
De acuerdo con el Card. Dziwisz, Karol y Emilia «podrían convertirse en un ejemplo para las familias contemporáneas y en los patronos de nuestras familias».
Sobre la idea de iniciar este proceso de beatificación y canonización hizo eco la periodista polaca Milena Kindziuk, quien en una de sus columnas, difundida por el Sunday Catholic Weekly, expresó: «Las palabras del Cardenal Stanislaw Dziwisz sobre la posibilidad de comenzar un proceso de beatificación y canonización de los padres de San Juan Pablo II hicieron eco en voz alta. Sonaban auténticos, cuando el Cardenal dijo que ‘este tema está en su corazón’. Después de todo, fue él su secretario y uno de los colaboradores más cercanos del Papa polaco durante muchos años, y claramente vio la influencia de Emilia y Karol Wojtyla en la creación de la espiritualidad de Juan Pablo II (…) Conocía muy bien las historias del Papa acerca de sus padres; especialmente sobre su padre. Recuerdo cuando el Cardenal nos contaba que, justo antes de su muerte, el Santo Padre había mencionado a su padre, que había sido ejemplo de religiosidad para él».
Para la periodista no hay duda que la actitud espiritual de San Juan Pablo II se formó gracias a sus padres. Ella destaca, sobre todo, la respuesta ante la vida que dio su madre quien decidió dar a luz al futuro Papa a pesar de la sugerencia de aborto que le hizo un médico, ya que el embarazo puso en riesgo su vida.
Cita a un autor italiano, Renzo Alegri, quien en su libro «Dos madres de Juan Pablo II», compara a Emilia de Kaczorowski con Santa Gianna Beretta Molla: «Estas dos mujeres experimentaron una gran tragedia de maternidad. Tuvieron que elegir entre su propia vida y la vida de sus hijos a quienes llevaban bajo sus corazones. Ambas eligieron salvar a sus hijos, dedicado su propia vida. Eran madres heroicas, mártires, santas».
De acuerdo con Milena Kindziuk, fue la madre de Juan Pablo II, quien le enseño al pequeño Karol hacer la señal de la Cruz y a decir las primeras oraciones: «Su madre, como lo enfatizó el Papa, le mostró cómo dar sentido a la enfermedad y al sufrimiento: ‘Aprendí a sufrir por mi madre’. Emilia estaba gravemente enferma en los últimos años de su vida».
Tras la muerte de su madre, su padre asumió la educación del niño Lolek, como llamaban con cariño al Papa. «Estaba formando el carácter de Lolek, cuidando su desarrollo en todas las áreas de su educación. Incluso le enseñó a hablar alemán, de aquí que el futuro Papa hablara el idioma con el acento austriaco de su padre. Su padre le enseñó el patriotismo, el orden y la oración sistemática. Todos los días ambos participaban en la misa matutina, leían la biblia en casa y rezaban juntos el Rosario», refiere.
La periodista, quien prepara la biografía del padre de San Juan Pablo II, recuerda estas palabras del santo pontífice sobre su progenitor: «Mi padre, que podía exigirse a sí mismo, de alguna manera no tuvo que exigir a su hijo. Mirándolo, aprendí a exigirme y cumplir a conciencia mis deberes. Considero a mi padre como un hombre inusual».
De la redacción de Gaudium Press, con información de GOSC.PL, Sunday Catholic Weekly y Aciprensa.
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