Almería (Viernes, 24-08-2018, Gaudium Press) Con ocasión de la próxima celebración de la fiesta de la Virgen del Mar, Patrona de Almería, Mons. Adolfo González Montes, obispo de esa jurisdicción, ha escrito una carta pastoral recordando que la Virgen debe estar siempre presente en la vida del cristiano, algo que es recordado por las muchas de sus festividades presentes en el calendario litúrgico.
Virgen del Mar – Foto: Ayuntamiento de Almería |
«María escucha siempre nuestros ruegos y nos alienta en las dificultades, animándonos a vivir como hijos suyos, que es lo mismo que decir como hijos de Dios», dice Mons. González Montes en su carta fechada mañana, 25 de agosto, que es cuando la diócesis de Almería celebra a su Patrona.
Vivimos el «desafío que supone una sociedad que (…) ha perdido en gran medida la concepción cristiana de la vida», dice el obispo. Entretanto mucha gente en esta sociedad «sigue mirando a María como modelo de fe. La ve muy cerca de Dios y confía en su intercesión, por ser madre de Cristo, el Hijo de Dios y nuestro Salvador».
Seguir las fiestas de la Virgen en el calendario litúrgico
El prelado invitó a los fieles a contemplar las fiestas del calendario litúrgico en honor de la Virgen, fiestas en las que los creyentes celebran algunos de los llamados «misterios de la vida de la Virgen».
«La fiesta de la Virgen del Mar sigue a la fiesta de la «Virgen de agosto», una de las más importantes fiestas de la Virgen: la solemnidad de la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos. Está a un tiro de piedra de la próxima fiesta mariana del 8 de septiembre, día en que se celebra la Natividad de la Virgen. Otras fiestas marianas del calendario universal van jalonando el ritmo del año litúrgico. En efecto, el año litúrgico se abre con el Adviento, que nos prepara a la Navidad con la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, una fiesta que nos coloca ante el misterio de la Virgen Madre: María permaneciendo virgen concebirá y dará a luz al Hijo de Dios hecho carne en su seno. La contemplaremos después de la Natividad del Señor como verdadera Madre de Dios, en la solemnidad del primer día del nuevo año; y desde el primer día de enero María nos lleva de la mano todo el año, con la celebración de sus misterios, hasta llegar de nuevo a diciembre, para comenzar un nuevo año litúrgico», dijo el Obispo.
La «imagen de Santa María nos acompaña siempre, porque ella glorificada junto a Cristo en el cielo, no deja de estar con nosotros espiritualmente en la tierra», estableció Mons. González.
«El pueblo cristiano honra a María, uniéndose al cántico de alabanza y acción de gracias con el que María bendijo al Señor. En ella Dios hizo cosas grandes, elegida para ser la madre de Jesús, quiso el Hijo de Dios entregar a María desde la cruz a la Iglesia, representada en el discípulo amado, para que María fuera madre espiritual de todos cuantos siguen el camino a su Hijo como discípulos suyos», concluyó en su carta el Obispo de Almería.
Con información de Ecclesia Digital
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