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Managua (Martes, 04-09-2018, Gaudium Press) «Las amenazas, agresiones verbales, injurias y espionaje contra la Iglesia Católica de Nicaragua no son parte de una persecución política sino ‘religiosa’. Los injustos se sienten incómodos cuando la fe se vuelve profética y liberadora», ha dicho Mons. Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, a través de su cuenta twitter hace pocas horas. Y a pesar de los acosos y agresiones, la Iglesia cumple su papel, tanto en Nicaragua como en las naciones vecinas.
El Cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez expresó el pasado sábado en Managua que la Iglesia de su país está acogiendo a migrantes nicaragüenses que huyen del conflicto. «Están llegando nicaragüenses, pero no tanto como a otros países, pero están llegando. Son nuestros hermanos y tenemos que acogerlos. Hay un espíritu de colaboración, apertura y hospitalidad», dijo el Cardenal Rosa Chávez, quien acompañó el 25º aniversario de la Catedral de Managua.
El purpurado salvadoreño instó a la reanudación del Diálogo Nacional, y también manifestó su total apoyo a la labor adelantada por los obispos en Nicaragua.
Siguen los hostigamientos. Nuevamente al obispo de Matagalpa
El domingo pasado, y en un claro acto de hostigamiento, la Policía detuvo el carro de Mons. Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa. El hecho ocurrió en la carretera que de Matagalpa conduce a Managua. La detención fue aprovechada para que turbas pro-régimen ofendieran al religioso. Pero también civiles acusaron a la policía de hostigamiento.
Comunicado de la Sociedad Interamericana de Prensa
El pasado 30 de agosto, la Sociedad Interamericana de Prensa emitió el comunicado Alarma Nicaragua – La prensa independiente bajo asedio, comunicado que había sido anunciado desde que la comisión de la SIP que visitó Nicaragua partió del país.
En este se denuncia que, en el marco del conflicto que vive Nicaragua, «los periodistas y medios de comunicación independientes, así como los ciudadanos críticos al gobierno, son un objetivo gubernamental y de los grupos paramilitares que actúan protegidos por el Estado, como lo han documentado organismos internacionales de alta solvencia y credibilidad».
Después de mostrar su solidaridad con los perseguidos, la Sociedad Interamericana de Prensa insta a la comunidad internacional a influir para la reanudación del Diálogo, al cual el gobierno se ha negado.
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