Aparecida (Miércoles, 05-09-2018, Gaudium Press) En la ciudad de Aparecida – Brasil, el primer grupo del curso de post-graduación en Mariología – inédito en Brasil y reconocido por el Ministerio de Educación – se graduó en julio de este año con una mayoría de laicos y mujeres. Entre los graduados estaba una conocida del público católico: Mari Bueno, una de las principales artistas plásticas del país.
Primer grupo del curso de Mariología de Brasil
Foto: divulgación
La devoción mariana ha motivado cada vez más a Mari a buscar el perfeccionamiento personal, y sobre todo profesional al trabajar con arte sacro. Recientemente, la artista plástica, moradora de Sinop, interior del estado de Mato Grosso, fue una de las alumnas del primer grupo del curso de post-graduación de Mariología, un área de la Teología Sistemática, promovido por la Facultad Dehoniana de Taubaté y la Academia Marial de Aparecida.
Bueno participó del grupo formado por 51 alumnos, siendo 30 laicos y, en su mayoría, mujeres. Para ella, «María es el mayor ejemplo de Iglesia, porque María es esa Iglesia que acoge, recibe y conduce para el Padre. Es aquella Iglesia-madre que abraza. Es un despertar muy grande».
«Ahora nosotros percibimos cuánto todavía debemos buscar y estudiar a través del ejemplo de María en el contexto bíblico, histórico, litúrgico y pastoral», dijo la artista.
El curso ya está en su segundo grupo. Para ingresar, el interesado precisa ser graduado en algún curso superior con contenido correlato al tema.
Desarrollado en cuatro módulos, el proyecto pedagógico realiza los estudios mariológicos en el Santuario Nacional de Aparecida. Los grupos acogen representantes de varias partes del Brasil y de las más diferentes áreas de actuación dentro de la Iglesia.
La responsabilidad de ser una de las primeras graduadas en Mariología en Brasil, en el primer curso de post-graduación, hace que Mari Bueno tenga, así como sus colegas de grupo, la misión de llevar todo el conocimiento adquirido a su región de origen. «Pero también motivar el amor por María y por esa simplicidad de María que lleva a una catequesis. Nosotros nos dejamos conducir por las manos de María para llegar al Padre», concluyó. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de Vatican News
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