Angola – Luanda (Miércoles, 05-09-2018, Gaudium Press) Millares de peregrinos provenientes de diversas Diócesis de Angola se reunieron este fin de semana pasado en la provincia de Luanda, para participar de una gran peregrinación Mariana, dedicada a Nuestra Señora de la Concepción, Mama Muxima, que en este año de 2018 tuvo por lema ‘Jóvenes con María caminemos hoy al encuentro de Cristo’.
La Peregrinación al Santuario de Muxima, considerado el mayor centro mariano del África subsahariana, fue iniciada el sábado con la recitación del Ángelus a las 12:00 horas por el Obispo de Viana, Mons. Joaquim Ferreira Lopes, seguida por una Vía-sacra, a las 15:00 horas. La Misa de apertura fue presidida por Mons. Joaquim a las 18:00 horas y contó con la concelebración de sacerdotes locales y otras Diócesis.
En su homilía, el prelado contó un poco de la historia de la celebración de esa peregrinación, y también dijo a los fieles católicos presentes que «el Santuario es un lugar de silencio, recogimiento, oración y de alabanza». Mons. Joaquim también aprovechó para hacer un balance de todo lo que ya fue hecho en el Santuario, realzando el surgimiento de Radio María en la Diócesis de Viana que podrá entrar en conexión con los dos Santuarios.
El domingo, el Obispo de Santo Tomé, Mons. Manuel Antônio Mendes dos Santos, presidió una Santa Misa que fue concelebrada por Mons. Joaquim Lopes y varios sacerdotes de Viana y de otras Diócesis angoleñas.
Delante de más de 820 mil fieles, el prelado afirmó que Nuestra Señora fue el motivo de esa reunión de fieles. «Vinimos hasta aquí para venerar aquella escogida para madre del Señor, que todos llaman Bienaventurada, y es como hijos que aquí estamos, orando, cantando y presentándole nuestras súplicas».
Recordando el lema de la peregrinación, Mons. Manuel exhortó a los jóvenes para que sepan caminar al encuentro de Jesús animados por la presencia de su madre María. El prelado concluyó su homilía deseando «que Mama Muxima vele por todos nosotros, que la Señora del corazón nos dé un corazón semejante al suyo, manso y humilde como el de su Hijo». (EPC)
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