Sídney (Miércoles, 05-09-2018, Gaudium Press) Durante la celebración de los 90 años de la Catedral de Santa María en Sidney, Australia, Mons. John Fisher arzobispo local, instituyó acerca de 40 nuevos acólitos para las diferentes parroquias de la ciudad. Los nuevos acólitos completaron un proceso de formación con cursos impartidos por la Oficina de Liturgia de la Arquidiócesis.
Mons. Fisher junto a los nuevos acólitos. Foto: Catholic Weekly. |
Mons. Fisher invitó a los hombres admitidos a ser «signos de la paternidad compasiva de Dios» a través de su servicio. El acolitado no es establecido «para enseñorearse sobre los demás en el Santuario o cuando les lleven la Eucaristía», indicó, según informó Catholic Weekly. El Arzobispo motivó a los acólitos a » conducirlos (a los fieles) aún más profundamente en ese amor eucarístico que es ‘la fuente y la cumbre de la vida de la Iglesia'».
«Ayudarán a los Obispos, sacerdotes y diáconos en su ministerio sagrado, ofrecerán el sacramento más precioso a los fieles en la liturgia y llevarán ese consuelo espiritual a los enfermos y frágiles», comentó el prelado sobre la misión de los acólitos. «Al hacerlo, los unirán más estrechamente al Padre Eterno, a quien la gente debe ver en ustedes».
El acolitado «es un ministerio estable y formal en la Iglesia, instituido a través de un rito especial», explicó el Decano de la Catedral, P. Don Richardson. «Los acólitos son una gran ayuda para las comunidades parroquiales y los sacerdotes a los que sirven». En Australia, los acólitos establecidos mediante el rito asisten en los servicios litúrgicos y desempeñan funciones de ministros extraordinarios de la comunión.
Una de las características notables de la celebración fue la admisión en el acolitado de Joshua Gereis, estudiante de la Universidad de Notre Dame, hijo de un seglar que sirve como acólito hace 10 años, Jason Gereis. «Fue hermoso para mí compartir este momento con mi papá a mi lado y tener a mi abuelo allí también», expresó a Catholic Weekly.
Con información de Catholic Weekly.
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