Dijon (Viernes, 07-09-2018, Gaudium Press) En una ceremonia privada realizada en Francia en el mes de agosto, la orden de benedictinas contemplativas conocidas como las Monjas de Tyburn, cuyo convento en Inglaterra está ubicado a pocos metros del lugar de martirio de más de 100 católicos durante la Reforma anglicana, fue testigo del nacimiento de una nueva orden masculina inspirada en el carisma de la congregación.
Monasterio de Tyburn en Guatapé, Colombia, al cual estarán más estrechamente unidos los primeros Monjes de Tyburn. Foto: Tyburn Nuns. |
Dos sacerdotes, el P. Manuel Agudelo Marín y el P. Héctor Nagles Santa, ambos oriundos de Colombia, se convirtieron de esta forma en los primeros Monjes de Tyburn. Los presbíteros habían desarrollado un ministerio pastoral activo trabajando en parroquias, enseñando en Seminarios y dirigiendo retiros espirituales en España y Latinoamérica. Al conocer sobre las Monjas de Tyburn, se maravillaron por su devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Al profundizar el contacto con el carisma benedictino de las religiosas, conocieron el concepto de «habitar con Jesús eucarístico» que inspira a la orden, cuyo nombre apropiado es el de Adoradoras del Sagrado Corazón de Jesús de Montmartre. Los sacerdotes sostuvieron encuentros con la Madre Marilla, Superiora general de las religiosas y con su Obispo en Colombia.
Las conversaciones se extendieron durante cuatro años hasta el descubrimiento de un documento de 1903, escrito por la fundadora de la orden, Madre Marie Adèle Garnier, titulado «El Monje del Sagrado Corazón». En el texto se detalla su visión personal de los que podrían ser los Monjes de Tyburn, con descripciones de incluso el color de sus hábitos y escapularios.
La religiosa había descrito a los monjes del Sagrado Corazón de Jesús como «Apóstoles de los últimos tiempos» y «flechas empapadas con amor», que llevarían a cabo un proceso de «renovación de la llama de la fe» y de «renacimiento de un amor decayente».
«El tiempo ha llegado. La fe y el amor en todos los lugares está decayendo», escribió la fundadora. «Los cristianos están sucumbiendo a la herejía, muchas personas están separando de la verdad y hay muchos que no han visto aún la luz. Ha llegado la hora de predicar al Sagrado Corazón y el amor que lo inflama. El Divino está llamando».
Los sacerdotes fueron finalmente transferidos a otra diócesis colombiana cuyo Obispo permitió el establecimiento de su comunidad contemplativa y, ocho meses después, se han convertido en los dos primeros monjes de Tyburn. Durante seis meses servirán un tiempo de postulantado en preparación a su noviciado, durante el cual aprenderán la espiritualidad de la regla de San Benito y el carisma de la Madre Adele, manteniendo su vínculo con las monjas de Tuyburn de un monasterio ubicado en Guatapé, Colombia. Los monjes dedicarán su vida a la adoración, la contemplación, el silencio, la reparación y la soledad.
Con información de Catholic Herald.
Deje su Comentario